A estas alturas todos estaréis informados de lo acontecido ayer, cientos de personas protestaban en una marcha contra los recortes que partía del Instituto Lluís Vives... Lo que vino después supongo que será, como digo, de sobra conocido por todos. Yo lo resumiría como "hondonadas de hostias" por parte de la policía. De nada importó si la manifestación era pacífica, la presencia de menores, o que al reagruparse de nuevo alrededor del instituto a las 20:30 horas se unieran a los manifestantes un abanico más extenso de la ciudadanía, incluyendo a los padres de algunos de ellos. Algo grave ocurre, desde mi humilde punto de vista:
Imagen obtenida de "Periodismohumano.com"
-Cuando los estudiantes son reprimidos a porrazos, como si del régimen franquista se tratase.
-Cuando los estudiantes son reprimidos mientras, para más inri, claman por algo tan básico y loable que el mero hecho de tener que pedirlo ya habría de suponer motivo suficiente para hacer causa común con ellos.
-Cuando los estudiantes son reprimidos luchando por sus derechos, al mismo tiempo que los líderes políticos salen indemnes incurriendo en delitos y conductas que sí están penadas por la ley.
-Cuando los estudiantes son reprimidos y no se ofrece en bandeja de plata la cabeza del responsable de tal ignominia. Por el contrario, se dedican a pasarse la pelota desde la Delegada del Gobierno al Sindicato de Policías; e incluso algunos energúmenos justifican la actuación debido a la "integración de grupos violentos y organizados" entre los manifestantes. Ruíz-Gallardón, Fabra, o el propio jefe de la Policía Valenciana son algunos de estos energúmenos.
¿Y cuál es la respuesta del Gobierno ante este grave suceso? En primera instancia la tergiversación antes citada como no podía ser de otra manera, en segunda... también muy fácil de prever, más represión. Según el diario "Público" ciento cincuenta nuevos agentes procedentes de Barcelona, Sevilla y Valladolid. La policía tendría que velar por la ley y el orden, "proteger y servir", no actuar como los perros guardianes del régimen establecido. Puede que mis palabras suenen rudas contra este colectivo, pero sinceramente, escapa a mi comprensión cómo una persona con dos dedos de frente puede hacer de algo como lo sucedido ayer su trabajo y poder conciliar el sueño cada noche.
Vosotros contribuís con vuestros métodos represivos y sin pretenderlo, a despertar la conciencia de una sociedad dormida. Gracias.
Para finalizar, no puedo dejar de brindar todo mi apoyo a los manifestantes en Valencia y unirme a la consigna "Todos somos IES Lluis Vives"; son días aciagos, días duros... pero también días a los que, por principios y por dignidad, hay que hacer frente. ¡Ánimo!