Bryan adams – capítulo 2 (nuevos tiempos)

Publicado el 20 abril 2017 por Perendengon

Hola, Graminoleños.

Vamos hoy con la segunda parte dedicada a la figura del canadiense Bryan Adams, que tanta y tanta buena música nos ha dejado a lo largo de su trayectoria. Hace unos días lo dejábamos justo en el momento en que iba a tomarse un pequeño respiro y hacer balance de sus creaciones hasta ese instante, tras el gran éxito de su álbum “Waking Up The Neighbours”.

Como os podéis imaginar, ese balance llegaría de la mano de un álbum recopilatorio en el que se incluían todos sus grandes éxitos y un tema inédito. El disco sería publicado en el año 1993 y llevaría el título de “So Far, So Good”.

Ni que decir tiene que el disco sería un rotundo éxito, logrando unas grandes ventas y convirtiéndose en uno de los discos del año. Poder disfrutar de una tacada de todas esas canciones que le habían convertido en un auténtico ídolo en un único disco era una auténtica gozada.

A lo largo de su carrera, como ya hemos podido comprobar en el anterior artículo, Adams siempre había mostrado lo bien que se manejaba a la hora de componer e interpretar baladas, por lo que la canción nueva que se incluiría en este recopilatorio iría por esos derroteros.

La canción en cuestión llevaría el título de “Please Forgive Me”, y es una de las canciones más románticas que jamás haya escrito.

Habría que seguir esperando algunos años más hasta que apareciese en el mercado su siguiente trabajo, pero su actividad no pararía durante ese tiempo, dejándonos un par de sorpresas en forma de colaboración en sendas bandas sonoras de películas de gran éxito. Una vez más el mundo del cine y él se daban la mano.

La primera de estas dos colaboraciones sería un auténtico lujo ya que contaría con la inestimable compañía de otros dos grandes de la música como son Sting y Rod Stewart. Los tres se convertirían en mosqueteros para regalarnos “All For Love”, tema central de la película “Los Tres Mostequeros”, uno de los largometrajes más taquilleros del año 1994.

En el año 1994 llegaría la segunda incursión consecutiva en el mundo del cine y cuarta de su carrera. Para ello, contaría nuevamente con una colaboración excepcional y además en este caso con aire puramente español.

Adams sorprendería a todos con una canción titulada “Have You Ever Realy Loved a Woman”, con unos toques de guitarra española y un aire muy aflamencado en su sonido, que se convertiría en el tema central de la banda sonora de la película “Don Juan de Marco”. Para ello contaría con la mejor colaboración posible si se trata de que una guitarra española aporte su toque flamenco a una canción, nuestro queridísimo y auténtico Paco de Lucía.

En el año 1996 llegaría por fin la noticia de la inminente publicación de su nuevo disco, después de casi cinco años, aunque previamente volvería a sorprendernos a todos con una nueva colaboración. Le había cogido el tranquillo al tema de duetos y estos menesteres, estaba claro.

En esta ocasión se marcaría un dúo de lujo con esa gran diva que es Barbra Streisand, dejándonos una romántica y melancólica melodía como es este “I Finally Found Someone”.

Pero centrémonos ya en ese nuevo disco que aparecería en ese mismo año 1996 bajo el título de “18 ‘Til I Die”, un trabajo en el que Adams retorna a un sonido mucho más duro y potente y en el que las guitarras vuelven a sonar con toda su intensidad.

Dado que con su anterior trabajo había logrado un éxito rotundo, Adams no se sentía presionado en esta ocasión para que su nuevo disco repitiera resultados, por lo que se daría el gusto de componer y grabar las canciones que le apetecían en ese momento, retornando de nuevo al sonido contundente de sus primeros tiempos.

Basta con escuchar el primer sencillo del disco para comprobar que el rock con toda su intensidad había vuelto a convertirse en seña de identidad de Adams. “The Only Thing That Looks Good On Me Is You” suena con una intensidad que hacía tiempo no mostraba en sus composiciones.

Los resultados de ventas del disco fueron bastante distintos dependiendo si nos situamos a un lado o a otro del charco, ya que si en Europa logró llegar al número uno y acercarse mucho a los resultados obtenidos con su anterior trabajo, su rendimiento en Estados Unidos fue bastante decepcionante.

Y es que en Norteamérica no acabaron de ver bien su vuelta a un sonido más duro, tras la evolución que había ido manifestando durante los últimos años. Lo veían como una especie de vuelta atrás y el disco no calaría demasiado entre el público de aquellas tierras.

Por supuesto que entre las canciones del disco había tiempo para sus habituales baladas. Estaba claro que éstas habían sido las que le habían proporcionado los mayores éxitos en los últimos tiempos y que Adams se movía a la perfección en este terreno. En esta ocasión, la balada exitosa de turno llevaría el título de “Let’s Make a Night to Remember” y aunque estaría un poco por debajo del nivel de las anteriores, en Europa funcionaría bastante bien.

Veíamos en el primer capítulo dedicado a la carrera de Bryan Adams que en sus primeros tiempos, sobre todo en sus tres primeros discos, mostraba un sonido que se acercaba mucho incluso al hard-rock. Pues bien, alguna de las canciones de este último trabajo no le van a la zaga.

La más significativa es sin duda alguna la que da nombre al disco, una canción en la que desde el primer compás nos muestra un sonido eminentemente rockero con las guitarras llenándolo todo. “18 ‘Til I Die” es una de las canciones más fuertes del Adams de los 90.

El éxito del disco en Europa contrastaba con la escasa aceptación que tendría en Estados Unidos, pero se daría la paradoja de que nuevamente el mundo del cine se fijaría en una de las canciones de este disco para que formara parte de la banda sonora de una nueva película.

La canción elegida sería “Star” y formaría parte de la banda sonora de la película “Jack”, protagonizada por Robin Williams y Jennifer López.

Cualquier artista que se precie ha caído en la tentación de la grabación de, al menos, algún tema en acústico, pero a lo que todos aspiran es a la publicación de un disco de estas características grabado en la MTV. Bryan Adams tendría en el año 1997 ese gran privilegio.

Por aquella época, esta cadena televisiva ofrecía la posibilidad de la grabación de un concierto en acústico a algunos artistas. Pero ojo, no a cualquier artista, sino a grandes y curtidos artistas, lo que significaba que la publicación de un disco acústico grabado en la MTV era sinónimo de prestigio.

Como no podía ser de otra manera, el disco en cuestión llevaría el título de “MTV Unplugged”.

El disco recoge algunos de sus mayores éxitos en formato acústico así como hasta tres nuevas canciones, entre las que yo destacaría sobre todas “Back to You”.

En estos casos poco hay que decir, simplemente deleitarse con las canciones de un artista amante de las guitarras eléctricas demostrando que es capaz de moverse como pez en el agua con guitarras acústicas, como en este otro tema inédito: “I’m Ready”.

Evidentemente, en este tipo de discos las canciones nuevas son las que mayor tirón tienen entre el público, pero donde se puede comprobar claramente la versatibilidad del artista y su capacidad para moverse en distintos terrenos es cuando versiona en formato acústico alguna de sus canciones más eléctricas.

En este sentido yo me quedaría con la versión acústica de “Summer of 69”. A mí me parece simplemente una genialidad.

En esta oportunidad no habría que esperar mucho tiempo para poder disfrutar de un nuevo álbum de Adams, ya que en el año 1998 aparecería en el mercado “On a Day Like Today”, un disco en el que dulcificaría su sonido apreciablemente en comparación con su anterior trabajo.

Posiblemente por la menor aceptación que había tenido su anterior trabajo, con su retorno a un sonido más rockero y eléctrico, en esta ocasión Adams optaría por un disco más suave y comercial con un estilo pop-rock bastante marcado.

El primer sencillo en publicarse sería el que da título al disco y lo curioso del caso es que a pesar de esa suavización en su sonido no obtendría los resultados apetecidos ya que seguiría sin engancar al público norteamericano y sufriría un pequeño retroceso en cuanto a ventas en Europa.

La impresión que daba es que su público europeo apostaba más por el Bryan Adams más duro a la hora de componer e interpretar sus canciones, pero iba a producirse la paradoja de que el tema que mayor éxito alcanzaría sería el que rezumaba pop por todos sus poros, contando con una inesperada colaboración, de una de las artistas más pop del momento.

La canción en cuestión es “When You’re Gone”, un tema interpretado a dúo con Melanie C una de las componentes de las mismísimas Spice Girls. Muy pocos podían sospechar que Adams buscaría como acompañante en una de sus canciones a una artista como Mel, pero lo cierto es que el éxito que cosecharían juntos sería espectacular.

Por supuesto que no podía faltar la balada de turno para ser publicada como sencillo, aunque en este caso habría que hablar de baladas, en plural, porque serían dos las que aparecerían como singles, una de ellas con un grandísimo éxito. Vayamos de menos a más.

La primera de estas baladas llevaría el título de “Inside Out” y cosecharía un éxito bastante menor que el resto de los sencillos publicados.

Pero lo mejor estaba reservado para al final, ya que el último de los sencillos en publicarse sería no solamente un tremendo éxito sino que en mi opinión nos encontramos ante una de las mejores composiciones de toda su carrera.

Me estoy refiriendo a “Cloud Number Nine”, una preciosa balada de esas que uno no se cansa de escuchar una y otra vez. Me parece una canción mágica. Me encanta.

Cuando todavía no se habían apagado del todo el sonido de este último disco, llegaría un nuevo recopilatorio. Sería en el año 1999 cuando aparecería “The Best Of Me”, un disco de obligada publicación ya que finalizaba contrato con su discográfica de aquel momento. Así que nos encontraríamos como una especie de homenaje de despedida.

A diferencia de cómo suele suceder con la publicación de recopilatorios, en esta ocasión el disco contendría única y exclusivamente sus éxitos de siempre, sin un solo tema nuevo, sin una sola canción inédita. Eso sí que es hacer balance exclusivamente.

Después de esto, Adams tardaría unos años en publicar un nuevo disco, pero entre tanto seguiría ofreciendo grandes conciertos en distintas giras y publicando algún sencillo en colaboración con otros artistas.

La primera de esas colaboraciones llegaría en el año 2000 y el artista con quien colaboraría sería Chicane, marcándose este “Don’t Give Up”.

Como podemos comprobar, nos encontramos a un Bryan Adams inédito, moviéndose en un registro totalmente inesperado, adentrándose en el mundillo de la música electrónica y de baile. Menos mal que se trata de una simple colaboración y de una excepción, porque sinceramente no le acabo de ver yo demasiado suelto en estos terrenos.

En el año 2001 llegaría el trabajo más extraño y original de toda su carrera, con su participación en la banda sonora de una película de animación de Dreamworks, acompañado del mismísimo Hans Zimmer.

La película en cuestión sería “Spirit: El Corcel Indomable”, y en ella Adams alternaría baladas y rock con unos arreglos orquestales especaculares de Zimmer, dándole un aire grandilocuente nunca visto antes en su música.

De entre las canciones que conforman esta banda sonora yo destacaría dos de ellas. La primera es “Here I Am”, tema principal musicalmente hablando de esta película.

El otro tema destacado de este disco es “Don’t Let Go”, una preciosa balada interpretada junto a Sarah McLachlan, que con el acompañamiento orquestal de Hans Zimmer crean un sonido auténticamente mágico.

Por fin, tras una larga espera de casi seis años, llegaría un nuevo disco de Adams en el año 2004, grabado en los huecos que le había dejado su última gira, titulado “Room Service”, cosechando un éxito más discreto que sus discos precedentes.

La aparición de este disco tendría sus pros y sus contras. Entre estos últimos se situaría que sus ventas y aceptación serían en términos generales bastante menores que con su anterior trabajo, compensando un tanto esta circunstancia el pro de que supondría su rentré en el mercado americano, algo que en los últimos años no estaba sucediendo.

La canción más significativa de este disco sería “Open Road”, un tema que se ha convertido en una de las canciones más representativas de esta segunda etapa de su carrera así como indispensable en cualquiera de sus actuaciones en directo.

Adams ya hacía tiempo que había dejado atrás el periodo en el que un artista está pendiente de las ventas de sus discos y del lugar que ocupan sus canciones en las listas de éxitos. Su ya larga carrera estaba ahí y no tenía nada que demostrarle a nadie, motivo por el cual hacía la música que le apetecía en cada momento.

Por este motivo, es complicado calificar y encasillar este disco en algún estilo concreto. Se trata simplemente del disco que él quiso hacer y punto. Como prueba de esta imposibilidad de clasificación no hay más que escuchar “Flying”, otra de sus canciones destacadas.

El título del disco no fue escogido de manera caprichosa, sino que obedece a la situación en la que la composición de sus canciones y el esbozo de su grabación se produjeron. No en balde, Adams plasma en sus letras vivencias muy personales de aquella época.

El título de “Room Service” viene de que todas sus canciones fueron compuestas en habitaciones de hotel, en los pocos momentos de relax y descanso entre concierto y concierto, algo que queda de manifiesto en la que da nombre a todo el álbum y que para mí es la mejor del mismo.

Como ya os comentaba hace un momento, con este disco Adams recuperaría en cierta medida la popularidad perdida en los Estados Unidos, lo que daría lugar a que por aquellas tierras se publicara un sencillo adicional que no aparecería en Europa como tal.

Se trata de “This Side Of Paradise” que se convertiría en una de las canciones de este trabajo con mejor acogida por parte del público estadounidense.

En el año 2005 saldría al mercado un nuevo recopilatorio bajo el título de “Anthology”. Se trataba de un doble disco comprensivo de sus grandes éxitos de siempre, algunas grabaciones en directo, los sencillos publicados al margen de sus álbumes de estudio y algún que otro tema con ligeras variaciones.

Entre las novedades que presenta este disco se incluye una versión de “When You’re Gone” en la que la voz de Melanie C es sustituida por la de Pamela Anderson. Como decía el anuncio, “busque, compare y si encuentra algo mejor …” Yo sin buscar ya encuentro, me quedo con Mel.

En el año 2008 llegaría el momento de la publicación de un nuevo disco, el cual vendría marcado absolutamente por el número 11 y, por tanto, su título sería: “11”.

Por primera vez en su trayectoria, Adams publicaría unas semanas antes de la salida al mercado de un nuevo disco, el primer sencillo del mismo como adelanto, con la clara estrategia de ponerle los dientes largos al personal y animar a sus fans a que se lanzaran a las tiendas a por él en cuanto fuese puesto a la venta. La jugada le saldría perfecta.

La estrategia fue bastante cuidada, ya que “I Thought I’d Seen Everything” empezaría a sonar en las radios durante un par de semanas, tras lo cual se pondría a la venta como primer sencillo y adelanto del disco que estaba por venir. Podría decirse que poco a poco sus fieles se engancharían a ese nuevo trabajo.

Como ya os comento, el título del disco no está elegido al azar. Nos encontramos ante el disco de estudio número 11 de su carrera, está formado por 11 canciones y fue presentado mediante una mini-gira que duraría 11 días. Con todos estos antecedentes no podía titularse de otra manera.

Si con su anterior trabajo Adams había recuperado parte del terreno perdido anteriormente en los Estados Unidos, con “11″ le daría prácticamente la vuelta a la tortilla, ya que no solamente volvería a situarse en los lugares de privilegio de las listas de ese país sino que lograría mucha mejor aceptación por aquellas tierras que en Europa, algo que hacía bastante tiempo que no sucedía.

Una de las cosas que resultaba más evidente es que con el paso de los años había conseguido depurar totalmente su sonido, ofreciéndose como un gran músico que ofrecía un sonido de una calidad que rozaba la perfección. A este respecto, escuchar “Tonight We Have the Stars” corrobora punto por punto estas manifestaciones.

Pero si hay que destacar una canción de este disco, es un tema que está dedicado a una cantante que por aquel entonces había emprendido un viaje de no retorno, con la que Adams intentaría poner su granito de arena a la hora de ayudarla a salir del pozo, aunque lamentablemente su final sería trágico.

La canción en cuestión es “Flower Grown Wild” y está dedicada a Amy Winehouse, quien se encontraba en un momento álgido tanto en lo relativo a su carrera profesional como al de su camino hacia la destrucción que tendría lugar pocos meses después con su fallecimiento víctima de sus abusos con las drogas y el alcohol.

Aprovechando el tirón del éxito que el disco estaba teniendo en Estados Unidos, su casa discográfica no perdería el tiempo y procedería a un acto bastante recurrente en estos casos que consiste en la reedición casi inmediata del disco, ponerle la etiqueta de “Deluxe Edition” e introducir algún tema nuevo. Una manera como cualquier otra de hacer caja, simplemente.

Hasta tres son las nuevas canciones adicionales de “11 – Deluxe Edition”: “The Way of the World”, “Saved” y “Miss America”.

A partir de este momento Adams se volcaría en otra de sus grandes aficiones, en otra de sus grandes debilidades: la fotografía, por lo que habría que esperar bastantes años hasta la aparición de un nuevo disco suyo en el mercado.

De cualquier manera su actividad musical no cesaría totalmente, ya que en momentos puntuales colaboraría con otros artistas o en alguna banda sonora, como sucedería en el año 2009 cuando sorprendería a todos sus seguidores con “You’ve Been a Friend to me”, canción incluida en la banda sonora de la película “Old Dogs”, en España “Dos Canguros Muy Maduros”, protagonizada por John Travolta y Robin Williams.

Los años seguirían pasando y hasta 2014 no volveríamos a tener noticias de un nuevo disco de Bryan Adams. Además iba a tratarse de una auténtica sorpresa, ya que no sería un álbum de temas inéditos, sino que se adentraría en el siempre atractivo mundo de las versiones de grandes éxitos de otros artistas.

Para promocionar ese nuevo disco se publicaría como adelanto un sencillo que es la única canción nueva y compuesta por el propio Adams que se incluye en el mismo. Se trata de “She Knows Me” y lograría una grandísima aceptación entre el público. Estaba claro que le echaban de menos.

Unas semanas después aparecería en el mercado “The Trakcs Of My Years”, un álbum en el que Adams versiona grandes clásicos de artistas tan espectaculares como Bob Dylan, The Beatles, Chuck Berry, Smokey Robinson o Creedence Clearwater Revival, entre otros, dejándonos un disco único y especial.

Cualquiera de las versiones que aparecen en este disco tiene potencial suficiente como para ser destacada, pero yo me quedo con una que me parece simplemente espectacular, quizás también porque se trata de una canción de uno de mis grupos favoritos.

Se trata de “God Only Knows” de los maravillosos Beach Boys con el irrepetible Brian Wilson a la cabeza. A priori parecería una canción incompatible con la manera de hacer música de Adams, pero los artistas con letras mayúsculas son capaces de todo.

Ese mismo año, para celebrar el 30 aniversario de la publicación del mejor disco de toda su carrera, “Recklesss”, se publicaría una edición especial del mismo que contenía el disco original y algunas rarezas, nuevas versiones y temas en directo. Se trataría de un simple aperitivo antes de la publicación del que es hasta ahora su último trabajo.

Este disco llegaría en el año 2015 bajo el título de “Get Up”, contando con la producción de Jeff Lynne, el que fuera líder de la Electric Light Orchestra. Con semejante mezcla de talentos no podía salir más que un gran álbum.

En este disco nos encontramos con un Bryan Adams maduro y profesional al cien por cien. Con un sonido potente, sin llegar al de sus primeros tiempos pero lo suficientemente contundente como para que nos recuerde al gran artista que es. Un trabajo cuidado, con arreglos muy especiales y el rock de siempre.

La carta de presentación de este álbum sería “Brand New Day”, en el que se muestran todas las pautas de lo que vamos a encontrarnos en el resto del disco.

Juntar el talento a la hora de producir de Jeff Lynne con el de su eterno compañero de fatigas Jim Vallance a la hora de componer y de tocar la guitarra no podía más que dar unos resultados espectaculares. Después de tantos años juntos era muy complicado diferenciar donde terminaba Adams y empezaba Vallance. Posiblemente, sin éste último, la carrera del primero habría sido muy distinta.

La mezcla de tres talentos tan especiales deja siempre canciones para recordar y sin duda alguna “You Belong To Me” tiene entidad suficiente como para convertirse en otro de sus clásicos. Me parece una canción especial y mágica a ritmo de rockabilly. Una genialidad.

Ni que decir tiene que tras más de seis años sin publicar un disco con nuevos temas, “Get Up” fue recibido por sus fans como agua de mayo. Hay artistas que pase el tiempo que pase, que por muchos años que vayan cumpliendo, que por muchos años que lleven en la carretera, siempre tendrán una legión de seguidores fieles, dispuestos a esperar lo que sea por volver a disfrutar de su música. Adams es uno de ellos.

Como podemos comprobar en los videoclips de los distintos sencillos del disco, el blanco y negro predomina sobre todo y la imagen de Adams se repite una y otra vez. Todo ello contrasta con la vitalidad y el ritmo que presentan todas sus canciones, mostrando a un artista inspirado y satisfecho.

Esta tónica continúa en el videoclip del tercer sencillo en ser publicado. Una canción titulada “Do What Ya Gotta Do” y en la que la mano de Jeff Lynne se aprecia a la perfección. Siempre he pensado que los arreglos que el líder de la ELO ha aportado a las canciones de otros artistas no ha hecho sino que hacerlas más ricas y versátiles.

Una de las variantes que puede apreciarse en este último trabajo de Adams es la duración de sus canciones. Atrás quedan aquellos tiempos de temas de más de cinco minutos con marcadas partes instrumentales para dar paso a canciones más cortas, directas y trepidantes.

En este aspecto, yo destacaría el que puede considerarse como el hasta el momento último éxito de la carrera de Bryan Adams, este “Don’t Even Try” en el que por momentos, si cerramos los ojos en la parte instrumental a mí personalmente me parece escuchar a la ELO de su mejor época.

Sin duda alguna, Bryan Adams puede ser considerado como uno de los más grandes artistas de rock, que después de casi cuarenta años de carrera sigue siendo capaz de vender discos, llenar todos los recintos donde actúa y, sobre todo, enganchar como ha hecho siempre a un público entregado. Grande entre los grandes.

Y hasta aquí llegamos hoy, pero prometo volver en unos días con más música.

Hasta la próxima, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ