¿Bryan Adams en Londres, un sábado, en la gira 30 aniversario de “Reckless”? Había que ir sí o sí. Y eso hice. Allí me planté, junto a mi mujer.
Antes de empezar, a cualquiera que lea esto, decirle que si tiene intención de acudir a alguno de los conciertos de la gira y quiere ser sorprendido, que deje de leer inmediatamente.
Era la primera vez que iba a un concierto en Londres y, por lo tanto, al O2. Hay diferentes medios de transporte para llegar al recinto. Yo opté por el metro. Durante el viaje no veía ninguna señal que indicara que alguno de los pasajeros fuera al concierto. Nada más salir divisé su inconfundible estructura externa, me recordaba a un circo.
Tras aprovisionarnos debidamente, entramos en el pabellón. La gran diferencia respecto a otros era la altura. La longitud y anchura podían ser similares a las del BEC, por ejemplo, pero las gradas llegaban a un nivel muy alto, hasta el punto de que la organización recomendaba a las personas que sufrieran de vértigo que se abstuvieran de comprar su entrada en esa ubicación.
Las entradas de suelo estaban ocupadas por asientos (nunca entenderé los asientos en un concierto de rock, incluso el propio Adams lo ha comentado varias veces en lo que llevamos de gira).
En cuanto al público asistente… la media de edad superaba los 50 años, abundaban las calvas y las canas. Vi muy poca gente con camisetas del canadiense, y los pocos que las llevaban eran las conmemorativas del aniversario, con la foto de promoción actual y la leyenda “1984-2014”. Alguna excepción llevaba camiseta del ´96, de la gira de “18 ´Til I Die”. Es más, a mi alrededor había más de uno de punta en blanco con chaqueta y pantalón de algodón, más habituales de un evento social que de un concierto de rock. En fin. Yo llevé mi camiseta de “Into The Fire”, la que llevo portando en cada concierto desde el primero, hace 26 años.
El escenario estaba coronado por tres pantallas, una a cada lado y la central, la cual lucía el nombre del disco “Reckless”. Según se acercaba el comienzo del espectáculo esta imagen cambió por la de la cara del rubio cantante, tal como aparece en la portada original… y no voy a desvelar más de momento. Sólo avanzar que cada canción va acompañada de un vídeo personalizado.
A las 20:00 en punto apareció la banda al completo para desgranar su repertorio durante las siguientes dos horas y cinco minutos. Los habituales en los últimos años Norm Fisher al bajo y Gary Breit a los teclados junto a los inseparables Mickey Curry a la batería, el mítico Keith Scott a la guitarra y, cómo no, el jefe Bryan, a la poderosa voz y guitarra rítmica, solista en determinados momentos.
Esta gira sólo podía empezar de una forma y es con la poderosa “Reckless”, temazo que no entró en el disco del 84 por poco, aunque sí ha sido incluido en la edición “Deluxe” recientemente publicada. Es un comienzo acojonante, que al llegar al estribillo, me impulsó a gritar “RECKLESS!” como si me fuera la vida en ello.
Sin pausa, el final de la primera canción enlazó con la reconocible batería de la segunda y cuando empezó a sonar el riff de “One Night Love Affair” se me pusieron los pelos como putas escarpias. Yo ya estaba en mi mundo y el resto del O2 me daba igual: éramos sólo Adams y yo cantando al unísono “You´re the silent type and you caught my eye…”. El cúmulo de emociones y recuerdos (hacía muchos años que no tenía la oportunidad de escucharla en directo) alcanzó su cénit en el último estribillo cuando la banda se calló y continuó el maestro en solitario con su voz y su guitarra eléctrica. El crescendo de “One Night, One Night, One Night…” en el que empezó solo para después unirse el resto del grupo y alcanzar el clímax con el impresionante solo de Keith me dejó tan anonadado que no sabía si sonreir, llorar o las dos cosas a la vez.
No había tregua y entonces volví a escuchar ese grito que no había oído desde hace dos décadas: “She´s Only Happyyyyy”. En efecto, era “She´s Only Happy When She´s Dancin´”, la fiesta hecha canción, en la que nuestro héroe aprovechó para lanzarse a un pequeño solo mientras interactuaba con el público.
“She´s Only Happy” fue seguida, al igual que en el disco, por la gran “Run To You”, no por mil veces escuchada menos coreada, tras la cual el anfitrión se dirigió por primera vez a los invitados. Explicó que la primera parte del show consistiría en conmemorar los 30 años de “Reckless” y a continuación presentó nada menos que a Jim Vallance, su co-compositor, quien apareció para tocar el piano en la coreadísima “Heaven”. Mi mujer lloró. No tengo nada más que añadir.
Parecía que iba a seguir el orden del disco de la 1 a la 10, pero tras “Heaven” atacaron con una gran “Kids Wanna Rock”, aunque más corta de lo habitual, con menos intercambio de solos entre ambos guitarristas. Siguieron con “It´s Only Love”, con el protagonismo y lucimiento habitual de Keith Scott, tras la cual Bryan habló en términos muy elogiosos y sobre todo de agradecimiento a Tina Turner, por lo que supuso para su carrera que la americana le llevara como telonero en su “Private Dancer Tour”; citando sus propias palabras “probablemente gracias a esa gira, vosotros estáis hoy aquí”.
Fue una gozada escuchar en directo “Long Gone”, 23 años después de la última vez. Una gran canción que gana mucho en directo. Entonces pasamos de la Side Two del vinilo al final de la Side One para escuchar ese himno que es “Somebody”, cuyo estribillo fue coreado en masa.
Entonces vino uno de los momentos estrella, previa presentación jocosa por parte del compositor: “Ain´t Gonna Cry”, gozada rockera que acabó hilarantemente al igual que en el disco: con el desgarrador grito de Keith Scott.
Ya estaba tocado todo el disco. ¿O no? ¿Faltaba alguna? Ah sí, una tal “Summer Of ´69”. Bueno, sin más. Como os podéis imaginar, pasó sin pena ni gloria ;-).
Tras “´69”, Bryan se quedó solo en el escenario con una acústica y presentó el próximo tema con una graciosa, aunque reivindicativa, defensa del vinilo. Explicó que algunas canciones se quedaron fuera de “Reckless” porque 30 años atrás podías meter sólo un número determinado de canciones en un vinilo, y entonces tocó “Let Me Down Easy”, otro de los temas que no salieron en el original pero sí en la versión especial 30 aniversario del disco. Nada que ver con lo que encontramos en “Reckless Deluxe”, pero preciosa, una gozada para los oídos.
En ese momento dio por concluido el repaso a “Reckless”, pero como dijo: “la buena noticia es que tengo otros 12 discos” y continuó tocando 15 temas más hasta el final. Entre lo más destacable, “Cuts Like A Knife”, la canción que más veces ha interpretado a lo largo de su carrera; por supuesto, ese baladón compuesto a los 18 años que es “Straight From The Heart”, la siempre gratificante “C´mon Everybody” de Eddie Cochran y sobre todo, una inesperada y acojonante “Too Hot To Handle”, otro de los extras de “Reckless” que interpretó exclusivamente porque se lo habían pedido por Twitter y que en directo sonó a una versión mejorada de “The Only Thing That Looks Good On Me Is You”: mi favorita de todo el concierto junto a “One Night Love Affair”.
Resumiendo, simplemente por tener la oportunidad de escuchar “Reckless” al completo en directo (junto a alguna de las inéditas), os recomiendo encarecidamente que si tenéis la oportunidad de presenciar un concierto de esta gira, no la desaprovechéis.
SETLIST BRYAN ADAMS, 02 ARENA LONDRES. 22 NOVIEMBRE 2014.
1. RECKLESS 2. ONE NIGHT LOVE AFFAIR 3. SHE´S ONLY HAPPY WHEN SHE´S DANCIN´ 4. RUN TO YOU 5. HEAVEN 6. KIDS WANNA ROCK 7. IT´S ONLY LOVE 8. LONG GONE 9. SOMEBODY 10. AIN´T GONNA CRY 11. SUMMER OF ´69 12. LET ME DOWN EASY 13. EVERYTHING I DO, I DO IT FOR YOU 14. IF YOU WANNA BE BAD, YOU GOTTA BE GOOD 15. CUTS LIKE A KNIFE 16. CAN´T STOP THIS THING WE STARTED 17. PLEASE FORGIVE ME 18. WHEN YOU´RE GONE 19. 18 ´TIL I DIE 20. CLOUD NUMBER 9 21. THE ONLY THING THAT LOOKS GOOD ON ME IS YOU
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22. TOO HOT TO HANDLE 23. YOU´VE BEEN A FRIEND TO ME 24. C´MON EVERYBODY 25. SHE KNOWS ME 26. STRAIGHT FROM THE HEART 27. ALL FOR LOVE
Os dejo con un vídeo resumen de los mejores momentos del concierto:
Crónica y fotos cortesía de @inigoramirezesc