El bucardo, Capra pyrenaica pyrenaica (Schinz, 1838) se extinguió el año 2000. Esta subespecie de cabra montés a lo largo del s. XX debido a la presión cinegética humana se fue encaminando hacia la extinción, algo que ya era inevitable en los años 70. Durante los años 90 se intentaron varias cosas como reproducción asistida, reproducción en cautividad, etc. sin embargo, ya era tarde y no se pudo evitar la extinción. En 1999 se capturó al último bucardo, una vieja hembra, a la que se le tomaron muestras para conservar su material genético y con el que se han realizado varios intentos (todos fracasados), de aplicando la ingeniería genética, conseguir recuperar la subespecie. La pregunta que en estos casos no se suele oír es si se justifica gastar el dinero de los contribuyentes en estos programas de "resurrección" de especies o subespecies extintas. Personalmente, como conservacionista convencido entiendo que hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que una especie o una subespecie no se extinga, pero una vez sucedido este lamentable hecho ¿ qué sentido tiene gastarse el dinero en intentar recuperarla ? En todo caso, si el material genético conservado es lo suficientemente bueno podría justificarse tras una valoración adecuada, pero si el material es escaso lo que se sospecha es que hay intereses varios (políticos, turísticos, cinegéticos, etc.) y ante estas cosas lo mejor es desconfiar, porque si de lo que se trata es de gastar el dinero con fines supuestamente conservacionistas y resulta que en realidad el fin es cinegético o turístico... en fin, estos intentos de clonar cabras resultan injustificables. Un saludo Referencia: - El bucerdo de los pirineos: Historia de una extinción. Revisiones en Mastozoología R. García González y J. Herrero. Galemys: Boletín SECEM, 1999 Jun; 11(1), pp,. 17-26