Tampoco está resultando muy sorpresiva la actitud del PP. Si antes de la tremenda paliza propinada al PSOE en las municipales y autonómicas ya pedían en todos los foros que pisaban elecciones anticipadas, pues imagínense ahora. Cierto es que el Gobierno ha perdido el respaldo en feudos históricos y muchos (pero que muchos) votos, pero hay que plantearse hasta qué punto sería conveniente celebrar unas generales. Esto no haría nada más que poner de manifiesto la debilidad del ejecutivo y, por tanto, de España. Además añadiría volatilidad política y eso no beneficiaría al país para convencer a los mercados de su estabilidad económica.
Por otro lado si tan seguro está el PP de que esto es lo que tiene y debe ocurrir por el bien de España pues están perdiendo su preciado tiempo y tendrían que presentar lo antes posible una moción de censura. Que se dejen de ruegos y peticiones y que hagan lo que tienen que hacer. Porque ya sabemos que los políticos de este país no son mucho de dimitir ni de abandonar sus cargos antes de tiempo porque eso sería baja voluntaria y no les quedaría el derecho a paro. Son más de agarrarse a un clavo ardiendo… y de anteponer los intereses partidistas a los generales. Por eso nos va así de mal.
Así que esa es la situación que tenemos después de las elecciones. El PSOE enfrascado en su ‘renovación’ y en unas posibles primarias que unos quieren y otros no. Me parece que no se han dado cuenta de que han creado un debate acerca de si debía haber debate o no… Y el PP obsesionado con que ZP dimita y convoque elecciones anticipadas. Vamos, que en lo único que están interesados es en ellos mismos y siguen en campaña, como siempre. ¿Y la ciudadanía? Grita que no te veo.