Con un poco más de medio metro de altura y unos ojos dignos de cualquier dibujo japonés aparece un nuevo personaje en el mundo de la robótica: . Este robot de formas amables y redondeadas es la primera creación de la start-up francesa Blue Frog Robotics que ha puesto sus esperanzas en que Buddy se convierta en el primer robot de compañía asequible para el gran público, ya que costará 4999 dólares en su versión más simple. La compañía francesa lleva recaudados más de cuatro veces lo inicialmente demandado a través de su campaña de crowdfunding, en donde más de 700 futuros usuarios ya han podido adquirir su copia. Esta exitosa campaña ha vuelto a despertar la atención sobre las posibilidades de la robótica doméstica y familiar; un mercado que, según recientes estudios, crecerá un 17% entre 2015 y 2019 (siete veces más rápido que el ya maduro mercado de robots industriales).