Se trata de una receta que compartió conmigo mi tía Susana, a la que le hice unos pequeños cambios por aquí y por allá (a la receta; no a mi tía que ya tiene bastante con sus cosas...) para obtener mi propia versión de un budín de limón y frutos rojos rústico, pero muy sabroso y delicado.
Antes de comenzar con la preparación, les dejo el listado de ingredientes que necesitarán para preparar este budín apto para té con amigas, cafecito después de un rico almuerzo o mate de la tarde.
Ya verán que no es nada complicado y que en un santiamén tendrán listo un rico acompañamiento para su infusión o bebida favorita.
¿Nos ponemos a cocinar?
Para comenzar, será cuestión que mezcles en un bol, con batidor de alambre, 1 taza de azúcar orgánica (o integral) con 1/2 taza de aceite neutro y la ralladura de un limón XL (o su equivalente en unidades de menor tamaño).
Luego, incorporá en dos tandas 1 y 1/2 tazas de harina leudante (o harina 0000), tamizadas con 1/2 taza de harina integral fina, pizca de sal y 3 cucharaditas de polvo para hornear, intercalándolas con 1 taza de jugo de limón.
Con cuchara de madera o espátula, integrá muy bien los ingredientes secos con el jugo de limón.
La mezcla quedará algo compacta y consistente. No te preocupes; así debe ser.Verté la mitad de la preparación en una budinera rociada con rocío vegetal y enharinada. Rellená con una línea gruesa de rica mermelada de frutos rojos (con trocitos de fruta y todo. Nada de escoger mermeladas que no tengan fruta, de modo que el interior del budín quede bien sabroso), cubriendo el centro del budín, pero evitando llegar a los bordes.
Incorporá encima de la mermelada el resto de la mezcla y espolvoreá con azúcar y semillas de amapola.
Cociná en horno precalentado a 180°C por 40-45 minutos o hasta que la corteza quede ligeramente dorada.
El resultado final será un budín muy perfumado y con un marcado sabor a limón que, además, esconde en su interior un corazón de mermelada de frutos rojos.
La miga es bastante compacta; sin embargo, es bien húmeda, cremosa, suave y sabrosa. Les garantizo que no quedarán desilusionados en lo más mínimo.
En lugar de utilizar ralladura y jugo de limón, bien pueden reemplazarse por jugo y ralladura de naranja o de mandarina. De igual manera, la mermelada puede ser de frutillas, moras, arándanos, frambuesas, grosellas o naranjas; incluso, con dulce de leche (consistente) y jugo de naranja quedaría exquisito.
Espero que les guste la propuesta. Nos reencontramos la semana próxima con una nueva receta. ¡Qué la pasen muy bien!