Budín de zanahoria, ricota y chía (Concurso Febrero Bizcochero de Sabor en Cristal)

Por Bouquetgarni
La verdad es que nunca participo de concursos porque, por lo general, sólo son para concursantes del país organizador (situación que comprendo plenamente). Pero, en esta ocasión, la bloggera Victoria La Tauleta de la comunidad Cocineros del Mundo me convenció con el simple argumento de participar para compartir. Una idea que me sedujo por completo y aquí estoy con mi budín de zanahoria, ricota y semillas de chía, aunque sé que no puedo ganar por no residir en España...


Hoy les propongo preparar un budín (o bizcocho) húmedo, sabroso, con el dulzor justo y con el aporte de las semillas de chía (que son la fuente vegetal con mayor concentración de Omega3 - ácidos grasos esenciales que ayudan a disminuir el colestrol, proteger el corazón y mejorar los sistemas inmunológico y nervioso -; además, poseen antioxidantes naturales, vitaminas del grupo B, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio). 
Como si con ello no alcanzara, se prepara en un abrir y cerrar de ojos o, lo que es lo mismo, en un batir, mezclar y cocinar.
Aquí está la lista de ingredientes para que puedas realizarlo esta misma tarde.

¿Comenzamos? En un bol, batí  2 huevos (de campo, mejor) con 200 gramos de azúcar integral. Añadí 3 cucharadas de aceite neutro (girasol, maíz), una tapita de extracto de vainilla, 200 gramos de zanahoria rallada, 150 gramos de ricota (en mi caso, magra) y 30 gramos de semillas de chía (si no las conseguís, aunque bien vale la pena el esfuerzo, podés reemplazarlas por semillas de amapola o de sésamo).

Por último, agregá 200 gramos de harina leudante, tamizada con una pizca de sal y 1 cucharada de polvo para hornear
Integrá los ingredientes y volcalos en un molde de budín previamente enmatecado y enharinado.

Cociná en horno moderado (170-180° C) por 40 minutos o hasta que, al introducir un palillo en la masa, éste salga seco y limpio.
Dejá enfriar antes de desmoldar y cubrí con una lluvia de azúcar impalpable.

En un rato tendrás listo un budín delicioso y muy sano, ideal para acompañar el té o el mate de la tarde. Pero, también, para arrancar el día con un desayuno sano, que aporta nutrientes y energía.

El resultado final: una miga esponjosa, húmeda y sabrosa, con un toque crocante (que aportan las semillas de chía) para un budín muy sencillo de preparar ¡y de comer!
Espero que les guste la propuesta y que la prueben en casa. Verán que es una manera fácil de hacer que los más pequeños - y no tanto - coman zanahorias de un modo distinto (si no desean que las descubran a simple vista, pueden rallarlas bien finitas para que se pierdan en la masa).Hasta la semana que viene. ¡Qué la pasen muy bien!