Si bien la lista de ingredientes de mi receta incluye algunos que son fáciles de obtener si no los tenemos en casa, también abre la posibilidad de que nos inspiremos en este plato para lograr las combinaciones de sabores que más nos agraden o nos resulten tentadoras.
Para comenzar con la preparación, picamos en cubitos 4 zapallitos redondos/redondos de tronco (con cáscara/piel incluida; si no es de su gusto o presenta marcas, pueden quitar las zonas poco vistosas o pelarlos por completo). Reservamos.
De igual modo, procedemos con 3 echalotes/chalotas que picamos en brunoise al igual que 1 cebolla, y 1/4 de pimientos rojo y amarillo que reservamos.
Aparte, cortamos en láminas 200 gramos de hongos Portobello, rallamos 1 taza de queso de pasta semidura bien sabroso (yo utilicé un Gouda al orégano, realizado con técnicas artesanales), batimos 3 huevos y cortamos en cubos 1/2 taza de queso mozzarella. Reservamos todos estos ingredientes por separado para tenerlos listos a la hora de tener que utilizarlos.
Al momento de armar el budín, deberemos humedecer con rocío vegetal (podemos pincelarlo con aceite o manteca/mantequilla) un molde apto para horno.
Entretanto, salteamos en sartén caliente, con apenas una cucharada de aceite (en mi caso, de coco; pero, pueden emplear el de su gusto) los echalotes junto con la cebolla, los pimientos, los hongos y los propios zapallitos. Una vez que los vegetales perdieron su firmeza, las cebollas transparentaron y la mezcla se encuentra lo más seca posible (es decir, cuando se evaporó la mayoría del agua de los vegetales, en especial de los hongos y zapallitos), condimentamos con sal, pimienta, nuez moscada, orégano y tomillo a gusto. Por último, añadimos los huevos batidos, el queso rallado y la mozzarella en cubos. Mezclamos bien para integrar todo y volcamos la preparación obtenida en el molde o budinera elegido.
Cocinamos en horno caliente hasta que los huevos coagulen, los quesos se derritan y sostengan la mezcla y obtengamos una agradable cubierta dorada.
Podemos presentarlo a la mesa acompañado de arroz integral, trigo burgol/bulgur, quinua/quinoa, mijo, polenta, trigo sarraceno/alforfón y legumbres varias, convirtiendo nuestra comida en un festín súper completo de alimentos: granos, vegetales, proteínas vegetales y animales. De igual modo, para lograr un plato más liviano, podemos servirlo junto con una ensalada de hojas variadas (lechugas, endivias, radicchio/achicoria roja, hojas tiernas de remolacha/betarraga/betabel baby...).
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Los zapallitos de la receta pueden reemplazarse por zucchini/calabacines, berenjenas, brócoli, coliflor, calabaza, maíz rallado o desgranado, hojas de acelga, espinaca, kale/col rizada o espárragos, por dar algunos ejemplos. Aquí, el truco radica en incluir en la lista de ingredientes alguno de esos vegetales que no nos aceptan a cara lavada, sino que debemos llevarlos a la mesa disimulados con otros tantos. En caso que busquen que el plato tenga menos calorías pueden sustituir los huevos batidos por claras de huevo y el queso de pasta semidura por mozzarella baja en grasas. De igual modo, parte de la mozzarella puede ser reemplazada por queso feta, si lo que se pretende es lograr un sabor con mucha personalidad.Los hongos Portobello, entretanto, pueden sustituirse por shiitake, champiñones de París o los que más les apetezcan; aunque, desde luego, pueden prescindir de ellos, como soy una de sus fanáticas que andan sueltas por el mundo, es mi deber advertirles que aportan un gustito y una textura bien interesante a este budín de vegetales.
Si así lo prefieren, pueden convertir en tortilla convencional o en frittata esta receta, sin mayores complicaciones.
Por último, les recuerdo algunos de los beneficios que nos brindan los zapallitos redondos/redondos de tronco: Ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre (lo que los convierte en perfectos aliados de las personas que padecen diabetes) y a mantener a raya la tensión arterial (beneficiando la calidad de vida de quienes sufren de hipertensión). De igual manera, son perfectos para contribuir en dietas que requieren de una baja ingesta calórica diaria. Asimismo, ayudan a prevenir enfermedades degenerativas y de envejecimiento prematuro, mientras son eficaces reduciendo los niveles de colesterol malo (LDL) y de triglicéridos (grasas presentes en la sangre, cuyo exceso puede producir enfermedades en las arterias coronarias). Como si con todo esto no alcanzara para convencerlos de sus bondades, debo decirles que ayudan a mejorar el tránsito intestinal, protegen huesos y dientes, estimulan nuestro sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas y favoreciendo la regeneración celular. No sé ustedes, pero yo no puedo más que estar agradecida con este fruto de la huerta que para muchos es un patito feo...
Espero que mi receta - de las más sencillas que he publicado - los tiente lo suficiente como para que deseen prepararla. Es perfecta como una comida en sí misma, acompañada de algunos granos y legumbres; pero, también es ideal para servir como guarnición o acompañamiento en dietas no vegetarianas. Además, puede tomarse como una tortilla horneada, con todos los beneficios para la salud al bajar la cantidad de grasas utilizadas durante su cocción (a propósito de ello, se desmolda de maravillas y no hay que sufrir al darla vuelta) 😉😋Los espero la semana que viene, no sin antes pedirles un poquito de paciencia porque estoy atrasadísima a la hora de visitar sus cocinas y contestarles sus comentarios porque estoy bastante complicada de trabajo y con mi rodilla que tuvo una recaída por haber hecho esfuerzo al bajar una escalera. Bueno, el esfuerzo lo habrá hecho ella sola porque hasta que empezó la molestia fuerte y la acumulación de líquido sinovial en la zona, yo no sentí nada, ni me di por enterada porque era un día cualquiera en mi vida en el que me la paso que de aquí para allá y de arriba a abajo, como cualquier hija de vecino, pero sin atropellos ni prisas. En fin, así, todo se hace un poquito cuesta arriba... Pero, no les doy nada de lata con el asunto que, como dice Nuria de Con tu pan te lo comas, "no se pueden cumplir años" Jajajaja 😄😄😄 Además, no es grave la cosa, sólo que sigue haciéndome atrasar o tener que postergar cuestiones que la requieren al 100% Pero, la vida es eso: Aprender a bailar la música que suena, que no siempre es nuestro tema favorito 😉Les deseo una estupenda semana. Disfruten junto a sus seres queridos, de las pequeñas cosas que los hacen felices, y no se olviden de experimentar en la cocina que siempre algo bueno sale de allí 😘😘😘Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas - Silvina Fernández Di LisioDigiscrap: ©Designs by Connie Prince/On A Whimsical Adventure/Bouquet Garni Recetas