Ya van a descubrir que este plato es simple de preparar, al mismo tiempo que bien completo por sus ingredientes. Hablando de ingredientes... Aquí les dejo el listado de productos que necesitarán para realizar esta receta.
Entonces... ¡A cocinar se ha dicho!
En un bol, desmenuzá con las manos 2 rodajas de pan de salvado light y ponelas a remojar con un vaso de leche (descremada, en mi caso). Luego, añadí 3 cucharadas copetonas de avena semi fina y reservá.
Mientras tanto, en una cacerolita, rehogá en 1 cucharada de aceite neutro 2 cebollas picadas junto con 1/4 de ají amarillo y 1/4 de aji morrón (también picados). Añadí 500 gramos de zucchinis cortados (pueden ser en su lugar zapallitos redondos o berenjenas). Condimentá con sal, pimienta, cebolla de verdeo deshidratada y nuez moscada.
Una vez que las verduras se ablanden y suelten algo su jugos, retiralas del fuego.
Entonces, añadí en el bol que contiene la avena, el pan y la leche, 300 gramos de ricota (magra, en mi caso), 1 huevo y 3 claras, 3 cucharadas bien copetonas de queso rallado (o en hebras light) y los vegetales rehogados. Rectificá la sazón si fuera necesario.
Incorporá todos los ingredientes muy bien y volcá la mezcla en un molde de budín (en mi caso de 24 centímetros de largo por 6 centímetros de alto) previamente rociado con rocío vegetal (puede ser enaceitado o enmantecado) y espolvoreado con pan rallado.
Cociná a fuego fuerte por 25 a 30 minutos o hasta que se encuentre bien cocido y dorado en bordes y superficie.
Para acompañar este budín preparé una salsa de tomates casera con 2 tomates redondos grandes cortados en brunoise (cuadraditos muy, pero muy pequeños) que rehogué en 1 cucharada de aceite neutro y condimenté con cebolla y cebolla de verdeo deshidratadas, sal, pimienta, tomillo, orégano y nuez moscada.
La preparación admite también otras salsas de tu preferencia: salsa blanca o bechamel, de brócoli (aquí está la receta), choclo (aquí está la receta), queso (aquí está la receta), champiñones u hongos...
El budín es muy sabroso, suave, con textura cremosa, algo húmeda y sabor delicado.
La inclusión de ricota magra le aporta el sabor y texturas característicos de este "queso" tan particular, a la vez lo mantiene bastante ligero y gustoso.
Mi hijo quedó encantado con la propuesta, pidió doble ración (mientras se saboreaba) y los zucchinis ganaron la batalla en la mesa una vez más.
Por su sabor delicado, su aporte de nutrientes (huevos, ricota, avena, fibra, queso) y los beneficios que encierran tan nobles hortalizas (los zucchines sólo tiene 36 calorías cada 100 gramos, aportan el 10% de la ingesta recomendada de fibras por día, contribuyen a bajar la presión arterial, ayudan en la digestión y producen saciedad) esta receta es ideal para grandes y chicos, deportistas, estudiantes, público en general que tenga que recuperar energía sin muchas complicaciones tras un día agotador y reacios a comer zucchinis porque su aspecto y sabor conquistan a todos por igual.
Espero que les guste la propuesta y que la prueben con esta u otras combinaciones (como ya les dije, pueden reemplazar a los zucchinis por berenjenas y quedará muy bien o por zapallitos redondos; la calabaza también puede ser deliciosa preparada de este modo...) al igual que con la salsa de su preferencia.Nos encontramos la semana próxima. Hasta entonces, les deseo lo mejor y les envío muchos cariños.