Un año más, un budín de limón más.
Ya perdí la cuenta de cuantos budines de limón llevo (hechos y comidos!).
Y si me siento a elegir recetas en mi pinterest... bueno... budines de limón es lo que sobran!
Este es más que sencillo. Ideal para tomar el té o tener a mano para el desayuno.
Se hace muy rápido, y es prácticamente one bowl.
La receta se llama "torta italiana", pero a esta altura del partido, una simple torta de limón no tiene nacionalidad... o sí?
La cosa es que con el único limoncito que pude arrancar el primer fin de semana del año, era cantada una merienda perfumada y alimonada.
Dicho sea de paso, si ese limón me lo querían dar en la verdulería, no lo aceptaba ni loca! Cero pinta: chiquito, fea cáscara, color dudoso... pero lleno de jugo y perfume como solo los limones de árbol tienen! Los de verdulería serán grandes y amarillos, pero cuando de limón se trata, gusto a nada y poquísimo jugo!
Bueno, basta de divague sobre los limones, y vamos a la receta!
Hay una receta!