Buena compañía

Publicado el 24 septiembre 2016 por Oscar @olavid25

Las campañas electorales se acaban de improviso, como los malos discursos. Y ya no sabes qué hacer. Sucede lo mismo cuando facturas el equipaje en un aeropuerto, luego parece que te falta algo. Y a veces es verdad, porque algunas maletas no vuelven nunca. Ayer cerramos la persiana en Sansomendi con un vino digno de nuestros adversarios, una prueba más en estos días a contracorriente que nos ha tocado vivir. Por una vez, no pasa nada. No todos los caldos van a ser como el de Rosa. Fue un remate con agradecimientos y buenos deseos, como de Navidad adelantada. Se nos hizo de noche y Amaya lo tuvo más difícil que nunca para sacar sus fotos. Se nos ve ahí, entre sombras, con caras de querer otra. En ésta, nos hemos quedado tan a gusto, que seguro que repetíamos. Al dejar la plaza me ha venido una pena (con esa blandura de ánimo que le hace gracia a Eneko), la certeza de que no podemos volver atrás. No hay más campaña, habrá otras, pero no serán ésta. En ninguna estaré tan bien acompañado.

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