El Sr. Buenafuente presnetará ahora su “late night” para Movistar+, antes Canal+, motivo por el que respondió a una entrevista en la que aseguró desear una sociedad en la que no se hiciesen chistes de maricas. En la misma, también afirmó considerarse políticamente incorrecto. Uno se sorprende de las contradicciones, seguramente las mismas sobre las que cabalga una izquierda ininfluenciable que recibe dinero de Irán y cubre el escote de las entrevistadas, porque ser incorrecto y condenar chascarrillos sexistas es incompatible. El humor pivotó siempre sobre la política, la familia y el sexo en todas sus vertientes. ¿Es adecuado contar chistes de putas, pero no de maricas?. ¿Son inadecuados los dos?. ¿Está políticamente mal visto criticar a las suegras?.
El humor debería de ser solamente eso: Humor, con mayúsculas, sin cortapisas de conveniencias políticas o de modas al uso propias de la hipocresía que tienen quienes establecen lo socialmente aceptable; nadie desprecia, ningunea ni condena la homosexualidad por un chascarrillo, como tampoco no hay quien desee la muerte de Rajoy o Pedro Sánchez por contar que, si yendo juntos en un avión, éste sufre un accidente, quien se salva es España. El Sr. Buenafuente puede hacer chistes del gobierno, sobre todo del actual, ser irónico -y hasta sarcástico- con sus entrevistados, pero condena los chistes de maricas. Otra forma, cuando menos curiosa, de ejercer el pluralismo periodístico, desde esa atalaya, en la que todos dicen estar subidos, de la libertad de expresión y de la independencia.