Secumple el centenar de días en el gobierno de Rajoy, y creo que la sucinta frasedel titular resume a la perfección la esencia de este comienzo de mandato.Contoda sinceridad, un servidor duda que la reforma laboral pueda servir algún díapara combatir el desempleo, ni siquiera a medio plazo, si bien daba laimpresión de que se trataba de un imperativo de los mercados y de nuestrossocios (léase jefes) europeos, Merkel y Sarkozy, al que hubiera resultadodifícil sustraerse.Encuanto al resto, opino que, en estos pocos días, el ejecutivo ha planteado unaserie de medidas atrevidas e imaginativas, adecuadas para los tiempos quecorren, como la dación en pago, la gestión de la morosidad local o la amnistíafiscal aprobada por el último consejo de ministros, si bien no ha sabidoexponerlas de un modo adecuado a la opinión pública, a imagen y semejanza de lapropia esencia de este gobierno, un grupo de gestores experimentados y eficientes,si bien desprovistos por completo de glamour,incluso de capacidad de despertar empatía, algunos encarnando el perfectoparadigma de su antítesis, como es el caso de Montoro.Restaría,para completar esta panoplia de medidas anticrisis, hacer aflorar el dineronegro refugiado en billetes de 500€, los cada vez más míticos Bin Laden, quitándolos de la circulacióny, si fuera preciso, remplazándolos por un modelo diferente, si bien esa es unadecisión que debe ser adoptada por el conjunto de los países englobados en lamoneda única.