MI TESTAMENTO
Resistíosa quien construye una casita y dice: "Estoy bien aquí".Resistíos a quien volvió a su casa y dice: "Gloria a Dios".Resistíos al tapiz persa de los edificios,al hombrecillo del despacho,a la compañia de "importación-exportación",a la educación estatal,a los impuestos, incluso a mí que os estoy hablando.
Resistíosal que saluda los desfiles desde la tribuna durante horas interminables,al presidente del Tribunal de Apelación. Resistíosa la música, a los tambores, a las paradas militares,a todos los congresos superiores en los que charlotean,beben café los congresistas, los consejeros,a esa señora estéril que reparteejemplares de santos, incienso y mirra,incluso a mí que os estoy hablando.
Resistíos otra vez a los que se dicen grandes,a los que escriben palabras sobre su época sentados a la estufa del invierno,a las adulaciones, a las bendiciones, a las excesivas reverenciasde escribanos y cobardes ante sus sabios jefes.
Resistíos a los servicios de extranjeros y pasaportes,a las temibles banderas de los estados y a la diplomacia,a las fábricas de materiales de guerra,a los que llaman lirismo a las hermosas palabras,a los cantos de guerra,a las canciones melosas y llenas de trenes,a los espectadores,al viento,a todos los indiferentes y a los sabios,a quienes aparentan ser amigos vuestros,incluso a mí, resistíos incluso a mí que os estoy hablando.
Entonces, podremos pasar seguros a la Libertad.
Michalis Katsarós en Antología de la poesía griega, Desde el siglo XI hasta nuestros días (Ediciones Clásicas, 1997).
Traducción de José Antonio Moreno Jurado.