REALISMO MÁGICO
las llamaradas rompían
contra el falso techo
de nuestro dormitorio
como olas en marejada
contra el dique
del muelle de oriente:
esto no es realismo mágico:
esto es realismo:
la casa entera
y no solo aquel cuarto
se llenó de ceniza
y de humo negro:
estábamos follando
cuando el pantalón de mi pijama
y su camisón transparente
se corrieron al mismo tiempo
encima del brasero eléctrico
prendiéndose fuego ellos
la ropa de la cama
y una estantería con libros:
esto no es realismo mágico
esto es realismo
realismo
sucio
pero fue mágico:
era la noche de san juan
y la ciudad entera
estaba tomada por las hogueras,
la gente danzaba a su alrededor
y saltaba por encima de ellas
y nadie, nosotros tampocó, resultó
con quemaduras:
David González en El lenguaje de los puños (Editorial Origami, 2014).