En casa no teníamos espejo porque a ninguno nosapetecía vernos la cara.
La palabra amor es peligrosapara quien con ella juegay en ella cree.
Celos.Veo lo que veo.Quizá me gustePero no puedovivir lo que veo.Dijo: No te merece ninguna mujer más que yo.Dije: No eres la única entre las mujeres.Dijo: ¿Qué edad tienen todas tus mujeres?Dije: Tienen la edad de una en todas ellas.Dijo: ¿Tu distancia de ella?Dije: La que nos acerca y nos aleja.Dijo: ¿Y entre los dos?Dije: A veces yo, a veces ella,A veces ninguno.Dijo: No creo en nadie.
Mohamed Chukri en Rostros, amores, maldiciones (Editorial Debate, 2002).
Traducción de Housein Bouzalmate y Malika Embarek López.