Buenos días, de Alicia González

Publicado el 12 octubre 2012 por Goizeder Lamariano Martín

Título: Buenos días Autora: Alicia González Editorial: El desván de la memoria Año de publicación: 2012 Páginas: 121 ISBN: 9788493880910

A mediados de septiembre Alicia González, una escritora asturiana, se puso en contacto conmigo por email para ofrecerme enviarme su novela, titulada Buenos días, para que la leyese y la reseñase en el blog. En su email, ella misma comentaba sobre su obra, que en 2008 ganó el VII Certamen de narrativa femenina Princesa Galiana del ayuntamiento de Toledo: “El argumento de la novela es fruto de años de trabajo como educadora en centros de menores, de horas de conversaciones con gente relacionada con dichos centros, con los chavales, de confesiones de sus familias y de la observación. Aunque los personajes y la trama son fruto de mi imaginación, muchas de las anécdotas reflejadas están basadas en situaciones reales”. No tuve que leer más para decirle que sí, que quería leer el libro. Cuando días después lo recibí en casa, me sorprendió en primer lugar su portada, más propia quizá de un libro infantil, de una historia más tierna, menos dura, cruel e injusta. Lo segundo que me sorprendió fue la extensión del libro, tan solo 121 páginas que, sin embargo, logran condensar la historia de Miriam Pacheco, una joven de 17 años que tiene un hijo de dos y que está ingresada en el hospital, nuevamente embarazada, después de haberse provocado un aborto.
Aunque al principio nos cuesta comprender cómo alguien tan joven es capaz de hacer algo así, conforme avanzamos en la lectura y conocemos la vida de Miriam, su pasado, el dolor, el sufrimiento, las dificultades, las humillaciones, las mentiras, el odio, los secretos que ha tenido que soportar, llegaremos a entender no solo su decisión, sino también la situación en la que se encuentra y quiénes la han arrastrado a ella. El libro es un puzzle formado por ocho capítulos, ocho piezas que conformarán un todo inimaginable, sorprendente, cruel, injusto, duro, triste, doloroso, humillante, desgarrador, pero al mismo tiempo entrañable e inolvidable que nos llegará dentro, muy dentro. Porque esta novela es una historia de personajes tan cercanos, tan reales, tan humanos que resulta muy sencillo sentir su dolor, su rabia, su impotencia, su desesperación. Miriam nos habla en el primer capítulo desde una solitaria habitación del hospital. El segundo capítulo está narrado por Altagracia, su madre, una mujer dominicana que siendo casi una niña conoció a Carlos, el gran amor de su vida, por quien se volvió loca, dejó atrás su vida, su pasado, su familia y su país y viajó a España siguiéndole, hipotecando su vida, su presente y, sobre todo, su futuro y el de su familia. El tercer capítulo nos lo cuenta Paula, la hermanastra de Miriam. Una joven que por encima de todo desea conocer su historia, la de su familia, llenar esos silencios, esos secretos, esas historias jamás contadas por su madre, Aristea, y por su padre, Carlos. Ella es la única amiga de Miriam, su confidente, su apoyo. El cuarto capítulo nos lo narra María Jesús, una trabajadora social que conoció a Miriam hace muchos años y que ha seguido de cerca su vida. Quiere apoyarle, protegerle, ayudarle a cambiar de vida, a empezar de cero, a escapar y huir del horror, de la droga, de la prostitución, del infierno. Pero nunca podemos estar seguros de si lo que hacemos es realmente lo correcto o no. El quinto capítulo nos lo cuenta Aristea, la madre de Paula. Otra mujer que se dejó engañar, engatusar y cautivar por los encantos de Carlos. Otra mujer que se dejó llevar, a ella y a sus hijos. Que se dejó hacer. Que aguantó, sufrió, agachó la cabeza, se humilló, cerró los ojos y no quiso ver. Miró para otro lado sin querer ver cómo es realmente Carlos. En el sexto capítulo viajamos al pasado y a la República Dominicana y conocemos a Mamma, la madre de Carlos, cómo fue su vida, su historia, su pasado, su familia. Una mujer bondadosa, especial, que quería y se hacía querer que, sin embargo, se dejó arrastrar por su obsesión de ser madre. En el séptimo capítulo por fin conocemos a Carlos y podemos leer lo que él mismo nos cuenta, como se ve a él y, sobre todo, a los demás, a sus mujeres, a sus hijos, a sus padres. Carlos es un hombre egoísta, un vividor, un conquistador. Desde muy joven sabe el poder que ejerce sobre las mujeres y no duda en utilizarlo una y otra vez, tanto en la República Dominicana como en España. Es manipulador, violento, aficionado a las drogas, al alcohol y al juego. Nunca le ha gustado trabajar, él prefiere ganar mucho dinero con poco esfuerzo. Aunque para ello tenga que prostituir a muchísimas jóvenes, casi niñas. Tiene muchas vidas, es un mentiroso compulsivo. Pero, por encima de todo, es un monstruo sin escrúpulos, sin conciencia, sin sentimientos. Por último, en el octavo capítulo volvemos a escuchar la voz de Miriam dos años después de su aborto provocado y su ingreso en el hospital. Tras reconstruir este puzzle y entender a todos los personajes que forman parte de la vida de Miriam, sus motivaciones, sus miedos, sus sueños, sus secretos, sus fantasmas, sus maldiciones, sus deseos, entendemos que este libro nos habla de la vida. De una vida que no es de color rosa, que está llena de espinas, de obstáculos que superar. Una vida que elegimos, pero que al mismo tiempo nos viene dada, por nuestro pasado, por nuestra familia, por nuestra historia, por decisiones que tomaron nuestros antepasados y que mucho tiempo después tienen consecuencias en nosotros mismos. No voy a negar que esta es una historia muy dura pero al mismo tiempo es esperanzadora y tierna. Una historia actual, que nos habla de alcanzar los sueños, aunque para ello muchas veces tengamos que vender nuestras almas y nuestros cuerpos con tal de que alguien nos diga buenos días.  La historia me ha encantado y sin duda os la recomiendo. Pero no puedo dejar de decir que tiene muchas faltas de ortografía, demasiadas, tres o cuatro en cada página. Erratas, errores de concordancia de género y de número, confusiones entre más, mí, solo con tilde o sin tilde, entre G y J, faltan muchísimas tildes y, lo que más me ha llamado la atención, en la página 22 pone: "Mis padres tuvieron trece hijos, siete muchachos y cinco hembras". ¿Y qué pasa con el hijo número 13?  Pero bueno, sé que yo soy muy tiquismiquis con el tema de la ortografía y que tal vez a muchos de vosotros esto no os suponga un problema y podáis disfrutar del libro perfectamente, pero a mí me ha dado mucha rabia que continuamente la ausencia de tildes, los errores, las erratas y las faltas me sacasen de golpe de una historia tan intensa, tan buena y tan recomendable. 

Cincuenta sombras de Grey en la cadena SER

Y cambiando de tema, aprovecho para contaros que el miércoles me llamaron para participar mañana sábado a partir de las 22 horas en el programa de la cadena SER de Puri Beltrán sobre Cincuenta sombras de Grey. Todavía estoy sorprendida, pero aunque con muchos nervios, también tengo muchas ganas. Ya os contaré qué tal la experiencia y si lo escucháis, espero que os guste. 

Abrazos literarios para todos.