Bulla Felix , el noble bandido romano

Por Gladiatrix @gladiatrix60


Captura de Bulla Felix 


Bulla Felix

En el siglo III d.C. un hombre desafió a las autoridades romanas. Bulla Félix.Fue un audaz y temerario bandido que durante años burló a las tropas que lo perseguían.

 Dión Casio nos habla de este bandolero:"Pues, aunque fue perseguido por muchos hombres y pese a que Severo siguió ansiosamente su rastro, nunca fue realmente visto cuando se le creía ver, nunca se le halló cuando se pensaba haberlo encontrado y nunca se le capturó cuando se creyó haberlo capturado, gracias a sus grandes sobornos e inteligencia."(Historia Romana. Dion Casio.) Poco se sabe de Bulla Félix, ni su edad, ni su clase social (algunas fuentes apuntan a que pudo tratarse de un colono huido de un latifundio), de posible origen ligur, fue instruido por un sacerdote que le introduzco en el estudio de la filosofía y el derecho romanos, el derecho romano que Bulla ridiculizó por su inexpugnabilidad e impunidad. La Bulla era un amuleto que llevaban los niños alrededor del cuello hasta los dieciséis años, con el tiempo  este amuleto se utilizaba  para alejar las influencias negativas, como la envidia de otros hombres. Félix era, en cambio, un título adoptado por los generales romanos que era sinónimo de suerte y felicidad para él y para los que estaban cerca.

Bulla romana

Dion Casio fecha sus correrías entre los años 205 y 207; era el líder de un escuadrón de unos 600 hombres, compuesto principalmente por fugitivos y libertos que habían perdido su estatus debido a la reciente guerra civil que vio emerger el principado de Septimio Severo. Entre los miembros de esta banda había hombres que habían perdido sus tierras debidas a las confiscaciones y ex pretorianos descartados por la purificación de Severo, para cuyo departamento la juventud itálica ya no era privilegiada, dejando así muchos sujetos libres que podían delinquir. Asaltaban caravanas de productos que se dirigían a Roma desde Brundisium (Brindisi), un importante puerto comercial del sureste, y que acudían a la capital del imperio a través de tres vías principales de comunicación con la capital del Imperio vía Appia, la Regina Viarum y la vía Appia TrajanaEra conocido por su astucia y por la densa red de cómplices y simpatizantes que había organizado, conocía la  riqueza  que se transportaba cómo  se transportaba y por quién, en el camino  de Roma al puerto de Brindisi o viceversa.Bulla Félix no era amante de la violencia; cuando quería algo de alguien lo secuestraba, lo persuadía y, una vez conseguido lo que quería, lo liberaba con una suma de dinero como paga; de esta forma se granjeaba además que en caso de  ser capturado y si le hacían juicio, su pena fuera menor.; también exigía el pago de cierta cantidad para no saquear la caravana; y si ese pago se producía, exoneraba a la caravana del robo; si no, se quedaba con todas las mercancías. Muchas de ellas las repartía entre el pueblo empobrecido; muy probablemente no sería solamente por espíritu social, sino para lograr espías, aliados, protección y ayuda llegado el caso y que no lo delataran, ya que se ofrecieron importantes recompensas por su captura.Su clemencia le garantizó el apoyo de la población, lo que le permitió escapar de ser capturado  durante más de dos años.Los encargados de perseguir los crímenes  comunes como el bandolerismo eran las autoridades locales, que se vieron sobrepasadas y pidieron ayuda, por lo que  Roma envió  Tropas imperiales en su persecución.

Septimio Severo

Sin  duda Bulla era un excelente capitán. Inteligente, osado, carismático, hábil y escurridizo, con una proverbial facilidad para eludir a las tropas que salían en su busca y las trampas que le tendían, además de poseer un ingenio portentoso que le permitía planear mil y una estrategias para conseguir sus propósitos.

Anécdotas


Las anécdotas más famosas sobre las hazañas de Bulla Félix nos son descritas por el historiador Dión Casio que lo retrata como un maestro del engaño, por ejemplo, cuando dos componentes de su pandilla fueron capturados, Bulla se disfrazó como gobernador provincial y se dirigió a la prisión donde los tenían presos, indicando que necesitaba hombres para duros trabajos, tan convincente resultó, que los guardianes de la cárcel le entregaron sin rechistar a sus hombres.En otra ocasión. Bulla, disfrazado  para no ser reconocido, le reveló a un centurión dónde se encontraba el bandido que buscaban, el centurión le creyó y él mismo cayó en una emboscada. Lo retuvo varios días, escenificó un juicio (en el que él mismo hizo de juez) dictaminó que el centurión se tenía que  afeitar parcialmente la cabeza. Después el centurión fue liberado con el compromiso de informar a sus superiores de que no  mataran de hambre a sus esclavos para que no se  convirtieran también en bandidos."Alimentad bien a vuestros esclavos, no vaya a ser que se acaben convirtiendo en bandidos".
No es de extrañar que tales hazañas enfurecieron  al emperador, Septimio Severo, que llegó a decir que mientras él ganaba batallas en Britania, en Italia un forajido se burlaba de sus tropas. 

Captura.



Al cabo de dos años de esconderse finalmente Bulla fue capturado por un destacamento militar encargado por el propio Emperador, con permiso de ejecutarlo si se resistía.La amante de Bulla una mujer casada fue quien dio el soplo al tribuno, de que el bandido se escondía en una cueva en Liguria.Bulla fue capturado cuando dormía en el interior de la cueva y fue llevado ante Aemilius Papinianus, praefectus praetorio (oficial al mando de la Guardia Pretoriana).

Dicen que Papinianus le preguntó a Bulla:

¿Qué es lo que te ha llevado a convertirte en un bandido? A lo que Bulla, siempre desafiante, respondió: Bueno, ¿y por qué eres tú prefecto?
Bulla acabó sus días devorado por las fieras en la arena del circo. Su banda, privada de su carismático líder, no tardó en dispersarse.

 criminales ejecutados al ser "entregados a las bestias", mosaico de Zliten , siglo II dC


Conclusión. 


Según Dión Casio, Bulla era un bandido noble en todos los sentidos de la palabra, y combina varios elementos de muchas de estas leyendas, un patrón que persiste desde la antigüedad hasta nuestros días.
No mató, solo robó.

No robaba personas (es decir, no  tomaba y vendía esclavos), solo riqueza.No robó toda la riqueza de las personas que atracaba , solo una parte.Ayudó a los necesitados, en este caso, reclutando esclavos fugitivos y libertos empobrecidos.Él desafió y ridiculizó a las autoridadesOfreció algunos comentarios sociales mordaces.


“[El jurista] Ulpian enumera a los ladrones de templos, bandidos, secuestradores y ladrones como los malhechores que causan más problemas en las provincias; aconseja a los gobernadores que los castiguen de acuerdo con la gravedad del crimen, y también que castiguen a sus cómplices, "sin los cuales un bandido ( latro ) no podría permanecer escondido". El énfasis principal está en el latro , que es cómo Bulla fue clasificada por Papinian. [La palabra que Dion usa es λῃστής .] La palabra no solo significa ladrones en sentido estricto; También es un término peyorativo para los disidentes sociales, para aquellos que atacan todo el edificio del privilegio. Bulla le había indicado al liberto imperial que estaban siendo explotados; y había enviado un mensaje al gobierno”.
~ Richard A. Bauman, Crimen y castigo en la antigua Roma, Routledge (1996)

Artículo relacionado.
Bulla Felix el Robin Hood romano Fuentes:https://historycollection.co/man-known-roman-robin-hood/2/
Bulla Felix: The Roman Robin Hood (English Edition) Versión Kindlehttp://remacle.org/bloodwolf/historiens/Dion/livre76.htm
Imágenes:
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