Podría ser que esta sopa, a lo mejor, nos hiciera "el honor" de estar presente en nuestra mesa navideña. Una buena sopa de marisco con pescado es un invitado perfecto como primer plato. Tampoco hay que hacer un enorme desembolso para disfrutar de ella.
Dentro de los precios que esos días circulan por los mercados, puede ser bastante asequible obtener una bullabesa con mucha dignidad, sin irnos a lo más caro, si la economía no está para bromas. Por eso os propongo comprar marisco más cercano a nuestro bolsillo. Vamos a hacernos con marisco seleccionado para preparar paella y para que el plato tenga un toque elegante, distinguido y llamativo le vamos a poner una lubina fresca.
Es importante que sean muy frescos tanto los mariscos como el pescado. Lo es también el punto de cocción que les demos.
Hay que empeñarse en ella y conseguir un caldo bien sabroso, es principal que el sabor sea lo que domine. Luego un sofrito en condiciones y no tiene más.
¿Qué os parece mi propuesta?
- Lubina limpia de escamas y vísceras, 1 grandecita.- Almejas 200 g.- Langostinos 200 g.- Mejillones 200 g.- Calamares 150 g.- Cigalitas 150 g.- Cebolla ½.- Ajo 1.- Tomates carnosos 2 medianos.- Pan frito en dados.- Aceite de oliva.- Sal.
Elaboración:
Cuece, por orden, en agua ligeramente salada las almejas y mejillones, aparta en cuanto se abran. Reserva y retira las valvas, deja 4 de las mejores piezas de mejillón, con su valva, para el emplatado. En ese caldo echa ahora los langostinos y las cigalitas, al momento de hervir los retiras y reservas también. Pela los langostinos.
Cuece por último la cabeza, raspas y demás filitos no aprovechables de la lubina. Corta el resto de la lubina en cuatro filetes de tamaño parejo (comprueba que no te dejas raspas). Cuela el caldo.
Saltea el calamar en una cda. de aceite de oliva.
Haz un sofrito con la cebolla y antes de que se dore añade el ajo y el tomate (todo cortado). Rehoga, tritura y cuela.
Incorpora al caldo el sofrito y el calamar salteado y cuece en él brevemente los filetes de lubina. La sopa estará lista en cuanto esté cocida la lubina que ha de estar el tiempo necesario para que quede en su punto, si la dejas más rato se deshará y hay que presentarla entera.
Rectifica de sal y al momento de servir añade el marisco a la cacerola.
Dispón un trozo de lubina por persona en cada plato, reparte el marisco, cubre con el caldo. Sirve caliente y acompaña con los daditos de pan para que cada uno se ponga según su gusto.