Por otra parte, como todos ustedes saben, el éxito de los citados juguetes, la brillante colección de tebeos y la popular serie de televisión ha dado lugar a esta interminable saga de máquinas de guerra. El caso es que, como el apoyo de sus seguidores sigue siendo tan contundente, el productor Michael Bay ha apostado por la sexta entrega que es una precuela dirigida por Travis Knight, recordado por la cinta de animación: Kubo y las dos ruedas.
La historia gira en torno a una chica de 18 años de edad, interpretada por Hailee Steinfeld, que no encuentra su lugar en el mundo. Sin embargo, todo cambia cuando, casi por casualidad, descubre al pequeño robot, llamado Bumblebee, destrozado y abandonado en un desguace. La amistad, que surge entre esta mujercita y este joven coche de color amarillo con vida propia que recuerda a un escarabajo, será importante para vencer a dos villanos con ruedas.
El cineasta no se conforma con el habitual fuego de artificio de este tipo de producciones, sino que sabe introducir ciertos momentos de intimidad en la vida de los personajes que nos permiten introducirnos en cierta manera en su corazón. La mencionada actriz representa a una especie de Peter Parker en femenino que necesita encontrarse a sí misma como consecuencia del fallecimiento de su padre y se percibe el intento de los guionistas de profundizar en el tema, lo que nos parece muy acertado. Esta producción nos recuerda que, tras un momento oscuridad, pueden aparecer estrellas que iluminen nuestro camino, lo que quiere decir que a veces son necesarias las contrariedades para encontrar soluciones a los problemas y dificultades. La enternecedora relación de amistad que se establece entre los dos protagonistas, robot y chica, nos invita a reflexionar sobre sí las máquinas creadas por el hombre pueden llegar a pensar y sentir como una persona.
Finalmente, el camión estrella, Optimus Prime, aunque aparece de refilón, vuelve a ser ese referente moral para unos desconcertados autobots (publicado en Pantalla 90).