No es que os lo aconseje al 100% sino al 1000% porque guarda la textura, esponjosidad y suavidad de un bizcocho y todo el saborazo de un roscón con ese aroma a azahar y esa fruta escarchada que te vas encontrando en cada mordisco. Lástima que en casa ya no quede más fruta escarchada porque sino todas las semanas hacía uno.
Bertha además hizo un glaseado, yo no se lo puse, las prisas de querer fotografiarlo y comerlo pudieron conmigo y con los de casa. El próximo que haga le pondré el glaseado porque seguro que mejora (aunque sin él el bundt cake es espectacular) el sabor.
- 250 grms de mantequilla a temperatura ambiente.- 200 grms de azúcar.- 4 huevos.- 2 y 1/2 cucharadas agua azahar.- 2 cucharadas de leche.- 250 grms de harina.- 6 grms de levadura química.- 100 grms de frutas escarchadas picadas.- pizca de sal.- Ralladura de una naranja.- Ralladura de un limón.
Preparación:
Precalentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Batiremos la mantequilla junto con el azúcar hasta que blanquee. Añadiremos las ralladuras del limón y de la naranja y mezclaremos. Incorporaremos los huevos, lo haremos de uno en uno, para que se integren bien en la mezcla. Añadiremos la leche y agua de azahar. Incorporaremos los ingredientes secos la harina, la levadura y la sal; todos ellos tamizados. Finalmente añadiremos la fruta escarchada enharinada, para evitar que esta se nos vaya al fondo. Verteremos la masa en nuestro molde engrasado con mantequilla y harina o utilizando un spray antiadherente e introduciremos en el horno 45-50 minutos hasta que al pinchar con un palito de brocheta este nos salga limpio. Sacaremos del horno y dejaremos enfriar sobre una rejilla 10 minutos, desmoldaremos y dejaremos enfriar por completo.