Sin ningún tipo de acritud y superadas las polémicas de: "yo no bebo", "a mi no me gusta el brandy", y "¿qué hago yo luego con la botella?", otro mes más vamos a poner a prueba nuestra imaginación y vamos a ver qué recetas se nos ocurren con el brandy elegido por Magdalena del blog "Dulces Postres Magdalena".
Con todo esto, quiero quitarle hierro al asunto y como nunca llueve a gusto de todos, recordaros que el reto pretende ser un "juego" por llamarlo de alguna manera, que nos divierta, que sirva para compartir nuestras recetas, tanto aquellas de la época de nuestras abuelas como las que acabamos de descubrir, y que mensualmente nos de la oportunidad de conocer nuevos blogs.
Que en el momento que se convierte en una obligación y nos causa "dolores de cabeza", no es divertido y que todos somos libres de participar o no en él, Eso sí, también espero que, ya que os habéis apuntado, os impliquéis.
Bueno pues dicho esto, creo que lo que toca es explicaros la receta que he elegido para el reto de este mes. Es una receta que he encontrado y he adaptado en uno de los libros que me han regalado por Reyes. El libro es "Pasteles del Mundo" y os lo recomiendo porque hace un recorrido por muchas de las especialidades de la repostería mundial.
Ingredientes
Para el bizcocho
- 140 gr. de pasas sultanas
- 100 ml. de brandy de jerez
- 3 naranjas
- 4 huevos
- 270 gr. de azúcar
- 10 gr. de bicarbonato
- 10 gr. de levadura
- 220 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 540 gr. de harina
Para la decoración
- 40 gr. de piñones
- Unas ramitas de romero
Precalentamos el horno a 200º C y engrasamos un molde de bundt cake.
En un recipiente grande mezclamos la harina, la levadura y el bicarbonato. Tamizamos y reservamos.
En otro recipiente ponemos las pasas a remojar en el brandy. Reservamos.
Cortamos las naranjas con piel en rodajas de unos 5 mm. y luego en tiras y después en cuadraditos. Reservamos.
En el vaso de una batidora de pie batimos a velocidad media los huevos y el azúcar unos 4 minutos hasta que la mezcla blanquee. A continuación añádimos el aceite y seguimos batiendo 2 minutos más.
Agregamos la harina tamizada y batimos a velocidad baja hasta que se integre. A continuación añadimos las pasas con el brandy y mezclamos a la misma velocidad hasta que la masa sea homogénea.
Por último, añadimos las naranjas en trocitos y mezclamos con ayuda de una espátula.
Colocamos los piñones y las ramitas de romero en el fondo del molde antes de verter la masa..
Vertemos la masa en el molde, golpeamos éste sobre la mesa para eliminar las posibles burbujas de aire y alisamos la superficie.
Horneamos a 200º C durante 10 minutos. Bajamos la temperatura a 170º y horneamos de 30 a 35 minutos o hasta que insertando un palillo en el centro, éste salga limpio.
Esta receta está adaptada de la receta del pastel de aceite de oliva de Nancy Silverton, cocinera y repostera estadounidense que ha escrito varios libros de cocina y ha devuelto la popularidad a los panes artesanales y que hoy en día se pueden adquirir en varios paises del mundo.
Es un bizcocho muy jugoso y aromático, además de la humedad que le proporciona el brandy y las pasas remojadas en él. Cuando lo probé, por momentos me recordaba al panettone (supongo que por el sabor de las pasas y la naranja) aunque no tenga nada que ver con él, que éste es un bizcocho y el panettone un brioche.
Desde luego me ha encantado la combinación, aunque me gustaría haceros unas puntualizaciones:
- En la receta la naranja no se pela. Se corta en rodajas, luego en tiras y éstas en cuadraditos (bueno, más o menos lo apreciáis en las fotos), pues bien en casa ha habido diversidad de opiniones al respecto. Unos decían que la piel de la naranja le daba un gusto amargo al bizcocho y a otros les ha gustado. A mi después de escucharlos se me ocurren tres opciones:
- Echar la naranja sin pelar,
- Pelar la naranja antes de cortarla en cuadraditos.
- Utilizar naranja confitada.
- El romero le da un sabor potente al bizcocho, así que si no os gusta el romero, absteneos de añadirlo. Sin él el bizcocho tiene que estar igualmente riquísimo y no os arriesgáis a que después no os guste el sabor.
Espero que os haya gustado mi propuesta. Deseando estoy de ver vuestras maravillas.