Un bizcocho suave, sedoso, en versión verde del clásico “Red velvet” y con una crema de queso que lo corona.
INGREDIENTES
170 g de aceite de girasol
200 g de azúcar
2 huevos
250 g de harina
5 g de cacao puro en polvo
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharada de levadura
Vainilla líquida
2 cucharadas de zumo de limón
1 cucharada de vinagre de manzana
200 g de leche
Colorante verde
PREPARACIÓN
Le ponemos el limón a la leche para conseguir una buttermilk casera. Añadimos el colorante verde y dejamos reposar esta mezcla durante 10 minutos.
En el bol batimos los huevos con el azúcar hasta que estén cremosos, añadimos el aceite.
Tamizar la harina junto con el cacao y la levadura. Una vez tamizado, lo añadimos al bol, mezclamos todo con la batidora a velocidad mínima. Añadimos la buttermilk.
En una taza mezclamos el bicarbonato con el vinagre, y lo añadimos rápidamente a la masa integramos bien.
Precalentamos el horno a 170 grados centígrados
Vertemos la mezcla en el molde. Horneamos durante 30 minutos o hasta que al pincharlo con una aguja ésta salga limpia.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Lo podemos acompañar con una crema de queso, nata batida o crema inglesa.
Mi libro Apetitosas razones