Bunge el marciano

Por Daniel_galarza

En un artículo llamado "¡Por fin llegaron los extraterrestres!", de apenas una cuartilla de extensión, publicado en el número 29 de la revista El Escéptico (Enero-Abril 2009), el filósofo de la ciencia Mario Bunge confiesa haber pasado de escéptico a creyente en cuanto a la existencia de visitas extraterrestres. Nos narra que antes de adquirir el primer ejemplar del año (2009) de la revista Skeptical Inquirer, no creía en ovnis y extraterrestres. Pero todo cambió luego de leer dicha publicación, pues, según dice Bunge, solo un extraterrestre podría estar interesado en ovnis, pie grande o cosas parecidas "en estos tiempos en los que la economía se está derrumbando en todo el mundo." De modo que sí, ¡los extraterrestres están entre nosotros y se encuentran editando y escribiendo la Skeptical Inquirer!

Dejando ya de lado el humor, la crítica de Bunge en el artículo citado se encamina hacia una reflexión interesante que ciertamente entre el movimiento escéptico no se suele hacer: ¿Por qué los escépticos ignoran o no atacan pseudociencias y teorías económicas inestables y falsas como la teoría económica estándar (o neoliberalismo para los compas)? ¿Es acaso que ignoran los escépticos la realidad en la que viven? ¿Son auténticos extraterrestres? La verdad es que yo le respondería al señor Bunge que,  el principal extraterrestre en el movimiento escéptico sería él mismo, ya que no se ha dado cuenta que no solo no se suele atacar la teoría económica estándar (ya mero se le va andar acusando de pseudociencia), sino que hasta se le defiende.

De un modo similar en que vivían los genios de la biblioteca de Alejandría o de la Academia platónica en la Grecia Antigua, siendo capaces de cuestionar el movimiento o estaticidad del universo, pero nunca cuestionando el sistema esclavista en el que se sentían tan cómodos, hoy por hoy los principales promotores de la "razón ilustrada" y denunciadores de la charlatanería y la pseudociencia parecen existir cómodamente en el sistema del capitalismo del libre mercado. No son pocos los que, aun con una basta cultura científica y años de experiencia en ejercer el pensamiento crítico, aseguran que las "leyes del mercado" son leyes naturales que existen con independencia de la historia o la cultura humana. Así, el neoliberalismo se ve casi como una rama de la física en la que se "estudian" estas leyes. Hay quienes incluso han llegado afirmar que el neoliberalismo es además, un sistema moral que se basa en nuestra "naturaleza virtuosa".

Pensar en que se trata solo de economistas, empresarios y políticos los que defienden ideas que cuando se contraponen a la realidad social son poco más que ridículas, resulta ingenuo. No solo se trata de aquellos que tienen mucho que ganar en defensa de la pseudoeconomía, sino que además se enfilan grandes mentes y expositores del pensamiento crítico tales como Phil Ferguson (quien además de ser activista escéptico es un empresario, creador de Skeptic Money), el fundador de la Skeptic's Society Michael Shermer (autor de The Mind of Market, libro que no recibió tan buenas críticas), el astrofísico que muchos ven en él un auténtico heredero de Carl Sagan, Neil DeGrasse Tyson (quien asegura que "...el capitalismo es una economía de la codicia, una fuerza de la naturaleza en sí misma"); críticos que ganaron popularidad gracias a las redes sociales como los geniales Penn & Teller; o antropólogos como Paul V. McDowell, son solo algunos ejemplos que se pueden dar como principal evidencia de lo ya dicho. 

Desde luego, esto no significa que todo el movimiento escéptico esté en favor o neutral respecto a la economía o la política. Tampoco significa que los divulgadores y autores del movimiento escéptico sean tontos o ignorantes respecto a la situación social actual, tal como Bunge parece sugerir. Existen varios problemas sobre por qué la gente cree en cosas raras (y desastrosas) como el capitalismo de nuestros días. En primer lugar, al igual que como pasa con la religión, muchos prefieren dejar de lado la cuestión de la economía y la política, quedándose seguros opinando de temas que conocen bien (como el creacionismo, fantasmas, los ovnis o pie grande). Dejando como única excepción a esta "norma" del canon escéptico las críticas a las teorías de la conspiración, asociaciones como CSI, Skeptic's Society o la JREF básicamente no presentan material crítico sobre economía y su lado supersticioso y pseudocientífico.

Incluso se ha llegado asegurar que el sistema económico actual tiene un origen en la evolución, como si esta surgiera de forma natural en cualquier tipo de sociedad de una especie inteligente capaz de socializar y crear grandes grupos como las naciones. De este modo es que se defiende la estéril y cuestionable disciplina de la "economía evolutiva", una variante de la también especulativa y criticada psicología evolucionista. 

Una segunda razón en la que podemos pensar y aventurarnos a afirmar de por qué no se es escéptico de la teoría económica estándar (nótese que hasta aquí, he tenido el atrevimiento de usar los conceptos "teoría económica estándar", "neoliberalismo" y "capitalismo del libre mercado" como sinónimos, con el fin de no utilizar de forma muy recurrente el mismo concepto, aunque no necesariamente puedan significar lo mismo, sí hacen referencia al mismo sistema de doctrinas y teorías económicas. Espero no causar mayor confusión.) es porque, contrario a lo que muchos nos gustaría pensar, no existe un escéptico consistente, sino que solo somos escépticos selectivos. Esto no quiere decir otra cosa más allá del hecho que los escépticos científicos son tan humanos como cualquier creyente de cualquier pseudociencia. Y como cualquier otro ser humano lleva consigo una carga de sesgos y prejuicios psicológicos y sociales que le impiden ser crítico con todo lo que piensa, cree o sabe.

Este mismo fenómeno del escepticismo selectivo explica por qué algunas de las mentes más geniales del pensamiento crítico como Martin Gardner y Harry Houdini, aun siendo implacables en sus denuncias de charlatanes podían ser hombres con fe en un dios personal. El escepticismo selectivo puede ser también la razón por la que muchos no ataquen (y hasta defienden) posturas contradictorias o por lo menos cuestionable sobre economía o política. Estos, al igual que los escépticos con fe religiosa admiten que viven "a gusto" creyendo en un dios personal, tal vez se sienten demasiado a gusto en el tipo de sociedad en la que viven, sin importarles si sus afirmaciones sobre las "leyes del mercado" o cosas similares tienen sentido o sustento científico. Además de esto, parecen ignorar a todos aquellos (que se cuentan por millones en el mundo) que no se sienten tan "a gusto" apenas sobreviviendo los horrores de las crisis económicas, la inflación, el salario mínimo, el desarrollo integral a corto plazo que no garantiza sustento a futuro, etc.

Las preguntas fundamentales que se tienen
que hacer en la actualidad son:
¿Llegó el momento para dejar de lado una teoría
económica como la estándar?
¿Es posible que el neoliberalismo sea eliminado de golpe
o puede adaptarse al medio social cambiante, tal como ha hecho
hasta ahora para sobrevivir?
¿Cuáles son las alternativas? ¿Qué tan validas y aplicables
son estas alternativas?

Con todo esto tampoco se busca afirmar lo que desde hace más de dos siglos se viene profetizando y que simplemente no ha sucedido: la muerte del capitalismo. Sinceramente, desde los límites de mi experiencia y mi conocimiento no soy capaz de sostener esta afirmación que ha sido exclamada y divulgada desde tiempos de Marx, y que aun hoy intelectuales como Chomsky o el mismo Mario Bunge aseguran, siempre "basándose en los hechos". Hasta donde sé (y no es que sepa mucho) si algo ha demostrado que no es el sistema capitalista, es ser completamente estático. De haberlo sido, sin duda alguna éste hubiera muerto desde los años en que Marx publicó El Capital. Pero el capitalismo se ha adaptado a las circunstancias, a los fenómenos sociales cambiantes e impredecibles, cosa que teorías como la comunista simplemente no lograron hacer jamás. El capitalismo que en su tiempo fue motivo de crítica por parte de Marx, Engels o Lenin, no es el mismo que ahora pensadores como Bunge critican, lo cual es muy importante. Cuando hoy se grita que el capitalismo del libre mercado está en crisis, se debe tener presente que el que este sistema económico-político esté en crisis no necesariamente significa que esté muriendo. La misma predicción hacia Marx sin considerar que el Estado podía llegar a intervenir en el agresivo mundo de las leyes de competencia del libre mercado salvándole de la ruina total, no tenía presente la consolidación de sindicatos de trabajadores que a su vez ayudaron a forjar los derechos del trabajador (no es lo mismo una jornada laboral de 16 horas por 6 días como conocía en su tiempo Marx, a 8 horas más o menos bien pagadas de lo que se tiene hoy en día, incluyendo bonos extra y prestaciones de ley). Con esto tampoco se busca asegurar que este sea un sistema basado en leyes naturales independientes de la actividad humana o el desarrollo histórico. Si las "leyes del mercado" no son leyes naturales al estilo de la ley dela gravedad, y se asegura que sí lo son, entonces, bien se puede asegurar que la teoría económica estándar tiene sin duda un fundamento pseudocientífico. El educar y formar economistas y políticos que solo defienden de forma escolástica esta idea, es un acto irresponsable y peligroso para la sociedad. De modo que, ponga atención señor Bunge, puede que los extraterrestres ya estén entre nosotros, pero tal vez no se encuentran en Skeptical Inquirer. Tal vez  uno de ellos sea autor de libros como La Ciencia, su Método y su Filosofía, ¿no lo cree? SI TE INTERESA ESTE TEMA *Seudociencia e Ideología, de Mario Bunge, Alianza Editorial. *Introducción a las Doctrinas Político-Económicas, de Walter Montenegro, FCE. *La pseudociencia más peligrosa es la teoría económica estándar y ortodoxa. Efecto fado, artículo de Alfredo Zait. *El Neoliberalismo que no vemos, artículo de la sección Científicamente Incorrecto del blog La Ciencia y sus Demonios, que busca crear una reflexión sobre la ideología detrás de este sistema económico... y sus lamentables conclusiones. *Qué es el "Neoliberalismo": teoría, práctica e ideologema, de Michael Hoexter, artículo que sitúa al sistema neoliberal en su contexto. *El auténtico socialismo renacerá sobre las cenizas del capitalismo, artículo que reproduce la conclusión de una conferencia de Mario Bunge dictada en Lima, Perú. *¿Existió el socialismo alguna vez, y tiene porvenir? ensayo de Mario Bunge que busca afirmar que el socialismo democrático es el sistema que sustituirá al capitalismo en el futuro cercano. *The Myth of Consistent Skepticism: The Cautionary Case of Albert Einstein, artículo de Todd Riniolo y Lee Nisbet que analiza el por qué no existen los escépticos consistentes, sino solo selectivos. *Shermer's March to Nirvana, comentario de Robert Todd Carroll sobre el libro neoliberalista de Michael Shermer, The Mind of Market. En este, Carroll nos dice que un neoliberal como Shermer es tanto de fiar en materia de economía como Jenny McCarthy sobre las vacunas y el autismo (o sea nada fiable).