Buñuelos de calabaza

Por Cocinaconmarta
La calabaza es uno de las verduras del otoño que más ricas están, tienen infinidad de usos. En casa la comenos en crema, pero como a menudo sobra calabaza, es la mejor excusa para hacer buñuelos.
Yo es que soy la tonta de los buñuelos, y para hacerlos tengo mi receta base (heredada de mi madre), que es una manera sencilla y deliciosa de hacer buñuelos sin muchas complicaciones. Así que la versión "buñuelos de calabaza", es una propuesta maravillosa y deliciosa.
Y si ya rociamos los buñuelos de miel de caña.... ni os cuento que ricos están. La masa es muy agradecida, fácil de hacer y cunde muchísimo.

Sólo hay que mirar la textura del interior del buñuelo, la calabaza llega casi a confundirse con la masa. Y tiene un sabor tan peculiar...

  • 200 gr. calabaza aprox.
  • 2 ajos
  • Una ramita de perejil fresco (no vale el seco, que no aporta nada de sabor)
  • 120 gr. de harina (aprox.)
  • 1 vaso y 1/2 de agua templada
  • Un pelín de colorante alimenticio amarillo
  • 1/2 sobre de levadura en polvo (polvos de hornear)
  • Aceite de oliva para freir
1. Pelamos el trozo de calabaza y lo picamos en dados pequeños. Los hervimos en agua con un pellizco de sal. Cuando esté tierna, escurrimos y reservamos.
Picamos los ajos muy picaditos, y el perejil también.
2. En un bol, ponemos la harina  y un pellizco de colorante alimenticio,  deshacemos los grumos, y sin dejar de remover, vamos echando el agua templada.
3. Añadimos el resto de ingredientes (ajo, perejil, calabaza) excepto la levadura. No queremos una masa, tiene que ser espesa pero que se pueda coger a cucharadas. Si está muy liquida o muy espesa, rectificamos de harina o agua.
4. Una vez hecha la masa, añadimos la levadura y dejamos reposar una media hora. Probamos un poco para ver que no está sosa la masa, en ese caso echamos un pellizco de sal.
Ponemos el aceite calentar a temperatura media-alta, y vamos echando la masa a cucharadas (cada cucharada será un buñelo, por lo que tiene que ser una cuchara de sopa, ni muy grande ni muy pequeña)
5. Vamos echando de uno en uno, sin dejar que se toquen, para que no se peguen. Vamos dando la vuelta hasta que estén doraditos.
Si vemos que no se inflan demasiado es que está muy liquida la masa, añadimos un pelin de harina y si acaso una pizca más de levadura
Escurrir en papel absorbente, cambiando el papel a menudo.
Servir acompañado de miel de caña.