Quiero que os fijéis en la última foto para que podáis apreciar la textura y esponjosidad del buñuelo. Es todo un "Bocatto di Cardinale", no me echéis la culpa si os crean adicción.
- 65 grms de harina.- 150 grms de calabaza.- 1 cucharadita de levadura química.- 1/2 cucharadita de canela molida.- 1 huevo.- 20 gramos de azúcar.- Ralladura de 1/2 mandarina.- Una pizca de sal.- Abundante aceite de oliva suave.Para rebozar:- 3 cucharadas de azúcar.- 1/2 cucharadita de canela molida.
Preparación:
Pelaremos la calabaza, le quitaremos las semillas, la troceamos y la pondremos a hervir en abundante agua. Dejaremos que la calabaza hierva hasta que esté muy tierna y blandita, entonces las sacaremos el agua, la escurriremos y la trituraremos con ayuda de un tenedor, nos quedará una crema espesa. Reservaremos parte del agua de cocción de la calabaza, ya que nos hará falta para la preparación de la masa. En un cuenco pondremos la harina, la canela, la levadura y la sal tamizadas, agregaremos la ralladura de mandarina, el azúcar y la yema. Trabajaremos la masa. Añadiremos el puré de calabaza y mezclaremos para conseguir una masa uniforme y sin grumos. Agregaremos parte del agua de cocción de la calabaza si vemos que queda muy espesa, yo tan solo le añadí una cucharada. Debe de quedar una crema ligera pero no líquida. Montaremos la clara a punto de nieve y con una espátula, y trabajando muy suavemente, vamos incorporando la clara a la masa. Pondremos una buena cantidad de aceite en una sartén y dejaremos que se caliente bien. En este momento iremos agregando cucharaditas de la masa y las freímos hasta que nos quede dorado el buñuelo por ambos lados. No lo pondremos a fuego muy fuerte ya que queremos que le buñuelo se haga por dentro. Colocaremos los buñuelos sobre papel absorbente primero y después los rebozamos en la mezcla de azúcar y canela.