Pero este lugar fue también muy transitado debido a la Canción de Rolando y la leyenda de
Carlomagno y su sobrino Roldán. Muchos querían conocer el lugar donde, según contaban, se había desarrollado la batalla de Roncesvalles. Otro de los lugares muy importantes del Camino de Santiago fue Astorga. Una villa donde se cruzaba la ruta jacobea y la Vía de la Plata. Astorga también fue un enclave vital en el Camino Francés ya que llegó a tener hasta veinte hospitales para atender a los peregrinos.Existe una
leyenda del Camino de Santiago entre León y Astorga perteneciente a Puente Órbigo.Cuentan que hubo un caballero que pidió permiso al rey Juan II para que, durante 30 días, le dejara defender el Paso Honroso: un puente que separaba una y otra orilla del río Órbigo. El caballero en cuestión pretendía retar a todo aquel que quisiera atravesarlo si no reconocía la superioridad de su dama. El desafío acabó cuando venció a trescientos caballeros que acudieron movidos por la curiosidad.Otro de los lugares importantes en el Camino Francés fue Ponferrada. Una villa que surgió por la necesidad de construir un puente de hierro para ayudar a los peregrinos a cruzar el río Sil.Su castillo fortaleza propiedad de la Orden del Temple llegó a ser uno de los más importantes del norte español por su defensa y cobijo a todo peregrino que lo necesitara. Un lugar lleno de historia y leyendas.
Y llegamos a una ciudad que mantiene su
alma jacobea: Burgos. Debido a que llegó a tener hasta 35 hospitales se convirtió en etapa vital del Camino de Santiago desde el siglo XI. Además, a la villa burgalesa también llegaba la variante del camino que venía de Vitoria. Y el alma compostelana de esta ciudad se hallaba en su bellísima catedral¿Qué sentía un peregrino cuando llegaba a la plaza de Santa María y veía esta imponente belleza pétrea? ¿Sabías que si tuvieras la oportunidad de observarla desde el cielo podrías imaginarte la silueta de un barco donde la popa son las dos torres y el cimborrio la zona de mando?Como era común en aquella época, la Catedral de Burgos fue edificada sobre una iglesia románica. A principios del siglo XIII este templo comenzó a quedarse pequeño por el volumen de peregrinos que recibía la ciudad y decidieron levantar la catedral.
Cuentan que la primera piedra se colocó bajo el reinado de Fernando III en el año 1.221. Tardó cinco siglos en construirse. Una gran época de esplendor fue durante el siglo XV cuando la familia de los Colonia comenzó a edificar las agujas de las torres (pináculos piramidales); el cimborrio (cúpula de la catedral); la Capilla de los Condestables de Castilla y la Escalera Dorada
La fachada de Santa María es una de las bellezas góticas más hermosas de Europa. Tiene 84 metros de altura a los que se suman 79 metros de sus agujas. Incluso si la contemplas con detenimiento podrás encontrar muchísima semejanza con la catedral de Reims o de Notre-Dame.
En la puerta de Santa María destaca un rosetón. Una vidriera que recuerda al pueblo judío. Arriba de esta hermosa estrella de seis puntas se encuentra la Galería de los Reyes donde están las esculturas de los ocho monarcas del reino de Castilla.Antes de acceder al interior de la catedral es recomendable recorrer todo su perímetro. Subiendo las escaleras se encuentra una puerta muy clásica donde está Cristo con el libro de la sabiduría y rodeado de los cuatro evangelistas. Esta es la
Puerta del Sarmental por la que también se puede acceder al interior.Sigue recorriendo los muros exteriores del claustro hasta llegar a la
calle Fernán González. Aquí hay otra puerta que representa el Juicio Final. Durante mucho tiempo por aquí accedían los peregrinos al interior de la catedral.Aunque será muy difícil explicar hasta que no se experimente, la Catedral de Burgos irradia una luz especial porque los
rayos del sol son tamizados por las vidrieras y crean un místico juego de colores que se proyectan sobre la piedra blanca de su interiorComo muchos de los monumentos, la Catedral de Burgos también tiene sus curiosidades y sus leyendas. Algunos de sus rincones te van a hablar de ellas. Nada más entrar hay una figura muy grotesca y articulada que está en la nave central. Un muñeco que daba las horas abriendo su boca y emitiendo unos chillidos horribles. El llamado Papamoscas contrasta con la elegancia de la catedral. Existe una triste leyenda que cuenta el origen del Papamoscas.Después de hacer fotos al Papamoscas (seguro que las haces) te puedes dirigir a la parte opuesta donde verás la
Capilla del Santísimo Cristo. Esta figura se elaboró con madera y se recubrió con piel de becerro. Por cierto, también existe una curiosa leyenda sobre esta imagen:Cuenta la leyenda que en Burgos vivía un comerciante muy rico que se dedicaba a viajar continuamente a Flandes. Una de las veces, antes de partir, tuvo un mal presentimiento. Estaba convencido que los negocios no le iban a ir bien e iba a regresar a España peor de cómo se marchaba.Por eso suplicó a los monjes que rezaran por él y sus negocios para que todo le saliera bien. A cambio les prometió un valioso objeto para el monasterio.Viajó a Flandes y su proyecto salió como había planificado. Pero tan contento estaba de su éxito que no recordó su promesa.Cuando regresaba en el barco y cerca de la costa española, de pronto se acordó que no había comprado nada para regalárselo a los monjes. Se comenzó a sentir muy culpable por su olvido…Una de las noches en las que alumbraba la luna llena, alguien vio en el mar la silueta de un objeto muy grande que flotaba a la deriva. Lo recogieron.Era un arca de madera. Cuando lo abrieron pudieron ver la figura de un Cristo de cuerpo entero y tamaño natural. De pronto se dio cuenta que esta figura iba a ser el obsequio que iba a ofrecer a los monjes. Cuentan que, cuando el mercader entraba en la ciudad de Burgos, de pronto comenzaron a sonar solas todas las campanas de la ciudad…A este Cristo se le atribuyó varios milagros. El más representativo fue el que pudo vivir la reina Isabel la Católica cuando quiso llevarse uno de los clavos de la imagen.Pero cuando lo desenclavaron, el brazo del Cristo cayó hacia el cuerpo con un movimiento natural como si de un humano se tratara…Isabel la Católica no quiso el clavo y pidió que lo volvieran a colocar en su sitio.Regresa sobre tus pasos y vuelve a la nave central. Seguro que te atrapa esa luz especial que se difumina desde el cimborrio, un elemento de forma octogonal con amplios ventanales a los lados que iluminan el interior de una forma muy cálida.Bajo del cimborrio te encontrarás con las
tumbas del Cid y de doña Jimena. Un lugar para contemplar y recrearse con la intensa vida que tuvo este caballero burgalés y las numerosas leyendas que siguen contándose en torno a sus batallas.Si te interesa conocer la vida del Cid te la cuento aquí. A la izquierda del cimborrio podrás ver la hermosa Escalera Dorada que la puedes encontrar en el brazo norte de la Catedral de Burgos. Se construyó con el objetivo de enlazar su interior con la puerta de la Coronería. Existía un gran desnivel, entre interior y exterior, al estar edificada sobre una colina.Su barandilla es de hierro dorado y está decorada con imágenes de animales mitológicos y elementos vegetales. Esta escalera sirvió como modelo para otras que se encuentran en París y Florencia.
Cuentan los burgaleses que el último personaje famoso que bajó por ella fue Napoleón.Llegarás a la Capilla Corpus Christi donde te espera otro objeto muy valioso para la catedral y los seguidores del Cid: el cofre. Este arca, que la verás colgada en la pared, tiene una preciosa leyenda en el Cantar del Mio Cid que también os voy a contar en este blog. Es una de las leyendas cidianas que más me gustan.
Detrás del altar se
encuentra una pequeña “catedral” que es la Capilla de los Condestables. Podrás ver dos tumbas más. Se trata de dos esculturas casi perfectas realizadas con mármol blanco de Carrara.Tienen tanta belleza, que las arrugas de la vestimenta y las facciones del rostro de los dos personajes parecen reales. No más que el pequeño perrillo que descansa sobre doña Mencía y que parece que en cualquier momento vaya a levantarse y desperezarse.
Por encima de estas esculturas hay numerosas vidrieras de tipo flamenco en una bóveda de doble estrella que le dan a este rincón un ambiente lleno de paz y tranquilidad.
Si cuando salgas al exterior tienes la suerte de que esté anocheciendo verás cómo este monumento ha adquirido otra imagen mucho más misteriosa y atrayente, sobre todo, para el ojo del fotógrafo.
Descansa, respira, contempla e imagina. Recréate en todos los detalles, sus juegos de luces y sus figuras.