Burguillos se declaró en quiebra

Publicado el 26 marzo 2013 por Catalega @Catalega


Escuché ayer en Es Radio, en el programa Es Noticia, una entrevista que me impactó. Dieter Brandau, el presentador del programa, entrevistó al Alcalde del municipio sevillano de Burguillos, localidad andaluza que se ha declarado en quiebra.

Este pueblo de 6.500 habitantes tiene una deuda de 70 millones de euros. Indicó el Alcalde que esta situación no se debe a la crisis económica, que no es consecuencia de los problemas que vive el País, sino debido a la mala gestión de la anterior corporación municipal.

A modo de ejemplo de la mala gestión el actual primer edil, Domingo Delgado, indicó que el anterior Alcalde 'tenía un salario que superaba los 10.000 euros mensuales, una tarjeta Visa que generó unos gastos de 174.000 euros'; de esos gastos "78.000 están aún por justificar, el resto se ha justificado por compra de regalos, relojes carísimos, viajes por toda Europa, comidas en los mejores restaurantes...". Como dato, Delgado indicó que "en los últimos 4 años se gastaron casi 200.000 euros sólo en comidas".

El caso es que "el pleno ha declarado, por unanimidad de todos los grupos políticos, la insolvencia del Ayuntamiento y la petición de auxilio a las distintas administraciones"; además, a la  deuda de Burguillos se añade la petición de la Junta de Andalucía y de la Diputación provincial de la devolución de los 2 millones de euros de subvenciones que ambas administraciones otorgaron al municipio. De hecho, al no poder devolver estas subvenciones, se encuentran embargados la totalidad de los tributos gestionados por Andalucía.

¿Cómo puede una localidad de 6.500 habitantes tener una deuda de 70 millones de euros? ¡A más de 10.700 € por persona! Esta situación denota la falta de control sobre las administraciones, pues no existe un control sobre la res pública. Cada administración hace y deshace a su antojo, y luego pasa lo que pasa… Como decía ayer en Facebook, por hechos como estos se ha de modificar la estructura y organización del Estado. No podemos seguir así.