Dirección: Rodrigo Cortés
Guión: Chris Sparling
Género: Misterio, Drama, Thriller
Duración: 95 minutos
Orígen: España, Estados Unidos, Francia
Año: 2010
Reparto: Ryan Reynolds, más voces de otros actores.
Adrenalina underground
El cine abre espacio a muchas posibilidades en cuanto a la forma de contar una historia. El original y espeluznante caso de Buried (2010) es sin duda uno de los últimos manifiestos de esto. Sinecdoque, un actor, una sola escenografía y un montaje de sonido asombroso basta para que la propuesta sea llamativa, si a eso le sumamos una trama que nos invita a estar encerrados en tiempo (casi) real con el protagonista.
Éste último es nada más y nada menos que Ryan Reynolds, quien solito acarrea la historia, olvidándose por completo que lo suyo es la comedia americana industrial. El drama, la expectativa y la adrenalina que le imprime Reynolds a su actuación es algo formidable: no necesita de nada más que de un sólido apoyo en diálogos -verosímiles- para captar la atención.
Muchos se sentirán incómodos viéndola, otros quedarán cautivados. Lo cierto es que Buried difícilmente deje indiferente al espectador, justo en tiempos en que la dirección artística está recobrando importancia, pero de la mano del CGI. La puesta en escena es sensacional; el montaje, deslumbrante; la atmósfera, correcta (a veces el guión precisa de ganchos como una serpiente que se inmiscuye en el cajón, o tildes cómico-absurdos para mantenerse a flote); pero lo que más sorprende es la dirección.
Le damos un párrafo aparte porque la sensación que quedó es algo rara. Faltó rigor, quizás. Hay algunos planos ficticios que sobran (como ese enorme zoom out que hace, en un buen intento, de disparador psicológico entre personaje y platea), o inclusive hay un momento en que se llega a notar la escenografía... fatal error, o gazapo, como le dicen los españoles. Así que, Cortés, más cuidado para la próxiima.
Pero difícilmente haya próxima. Buried es una experiencia irrepetible. Muy atractiva y meritoria. Una película que puede dejar los pelos de punta así como también puede llegar a exasperar a todo aquel que carezca de paciencia... y ni hablar si detestan los finales sorprendentes.