Burkina Faso y otros países de África. Las barbas del vecino

Por En Clave De África

(JCR)
“Te aconsejo no pasar por la Avenida 30 de Junio. Esta mañana hay una manifestación de la oposición a Kabila”. Así me aconsejó un amigo cuando, hace pocos días, me aprestaba a ir a varias reuniones en el centro de Kinshasa. Me llamó la atención que, desde que hace un mes las protestas callejeras echaran del poder en Burkina Faso al presidente Blaise Compaoré, las ondas de este tsunami político hayan alcanzado a varios países africanos, entre ellos a la República Democrática del Congo. Hace pocas semanas la policía detuvo en Kinshasa a 48 personas que participaban en una sentada callejera `para protestar contra los planes del partido en el poder de reformar la Constitución para permitir a Joseph Kabila eternizarse en el poder.

Tras lo ocurrido en Burkina, los politicos favorable a cambiar la Constitución –que no permite a un presidente más de dos mandatos- lo tendrán muy difícil. En los círculos politicos de Kinshasa se habla cada vez con más insistencia que lo más prudente será abandonar este Proyecto, y retrasar las elecciones lo más posible aferrándose a resquicios legales. Los obispos católicos de la Repuública Democrática del Congo, por cierto, hace dos meses que se pronunciaron abiertamente en contra de cambiar la Constitución, posición que ha hecho rechinar los dientes a los partidarios de Kabila, que comprenden el enorme peso que la Iglesia Católica tiene en la vida social del país
Habrá que estar muy atentos a la R D Congo y a otros tres países de la zona de África Central que tienen previstos realizer elecciones presidenciales durante 2015 y 2016 y donde parece que sus presidents tienen también intención de cambiar la ley fundamental para aferrarse al sillón.

En la vecina República del Congo (o Congo-Brazzaville), Denis Sassou Nguesso, en el poder entre 1979-1992 y de nuevo desde 1997, terminará su actual mandato presidencial en agosto de 2016. Según el artículo 57 de la Constitución no puede volver a presentarse a unas nuevas elecciones, y por si fuera poco el artículo 185 de la misma Constitución deja muy claro que el número de mandatos presidenciales no puede cambiarse. Además, según el artículo 58, una persona mayor de 70 años no puede ser candidato a la presidencia, y Sassou-Nguesso hace ya tiempo que cumplió esa edad. A pesar de todo esto, hace pocas semanas el mandatario declaró: "Una Constitución puede cambiarse por referéndum popular, y si esto tiene lugar no veo por qué no puede realizarse este cambio”. Más claro, agua.

En Burundi está previsto que haya elecciones presidenciae en Agosto de 2015. El presidente Pierre Nkurunziza habrá agotado para entonces sus dos mandatos. El problema en este país es que la Constitución es bastante ambigua sobre este punto: afirma que el presidente es elegido por un voto popular por un máximo de dos mandatos de cinco años. EL problema es que Nkurunziza fue elegido para su primer mandato por la Asamblea Nacional, y sus partidarios afirman que por lo tanto sólo ha sido elegido por voto popular una vez y tiene derecho a presentarse a una nueva elección. En Burundi han detenido a numerosos opositores politicos y activistas de los derechos humanos durante los últimos meses, y numerosas informaciones afirman que el partido en el poder está distribuyendo armas a una milicia de jóvenes que intimidan a los opositores a Nkurunziza. Es una pena que Burundi, uno de los países africanos que tuvieron un proceso de paz ejemplar, vuelva a tomar una senda que puede conducir muy peligrosamente a la violencia.

En Rwanda, el Presidente Paul Kagame, que lleva oficialmente en el poder desde 2003 pero que en realidad ha movido todos los hilos desde 1994, habrá completado su segundo mandato de siete años permitido por la Constitución en 2017. Cuando quedan aún tres años antes de las nuevas elecciones, ya ha comenzado el debate, o más bien el monólogo, porque en Rwanda sólo se permiten las voces que repiten lo que dicta el poder y cualquier disensión se elimina de forma fulminante acusando a los opositores de ser colaboradores del genocidio. Kagame ya ha dicho: “no conozco ningún país donde la Constitución es inmutable”.

En África, doce países han intentado revisar los mandatos presidenciales en sus Constituciones. En seis de ellos el partido en el poder lo consiguió: Chad, Togo, Namibia, Uganda, Guinea y Gabon. En los otros seis, la presión popular pudo más que las ambiciones de sus gobernantes y se mantuvo el límite de dos mandatos: este es el caso de Nigeria, Zambia, Benin, Malawi, Senegal, y más recientemente de Burkina Faso. Lo que parece indudable es que los acontecimientos de Burkina pueden influir poderosamente en el resto de África y dar una gran señal a los dictadores que si están pensando en eternizarse en el poder miren a cómo pelaron las barbas de Compaoré y empiecen a poner las suyas a remojo.

Por cierto, pido mil disculpas a nuestros lectores por este silencio de varias semanas en el blog. La culpa la tiene un perro callejero de Libreville que me mordió y me hizo caer y darme un fuerte golpe en el brazo derecho, que desde entonces llevo vendado. Con bastante dificultad, estoy empezando a escribir, aunque de momento sólo puedo hacerlo con la mano izquierda, lo que puede que suscite cuestiones sobre la inclinación política de estos posts. Espero que desde hoy nuestros posts sean más regulares.