Género: Suspenso.
País: Estados Unidos.
Duración: 86 minutos.
Dirección: Carlos Brooks.
Intérpretes: Briana Evigan, Charlie Tahan, Garret Dillahunt.
"Kelly Taylor es una joven de veinte años al cuidado de su hermano Thomas, un chico autista, luego de la muerte de su madre. Kelly debe partir inmediatamente para la universidad, pero nadie puede cuidar de su hermano, menos que menos su padrastro Johnny, quien está mas interesado en poner en marcha un safari. Esa misma noche, durante un feroz huracán, Kelly se encuentra a un feroz tigre merodeando en su casa. Con todas las puertas y ventanas tapiadas desde afuera, y su padrastro ausente, Kelly debe luchar desesperadamente por mantenerse un paso adelante de la bestia asesina y encontrar una salida rápido, lidiando con su hermano autista, mientras que cada vez su situación dentro de la casa se vuelve todavía más complicada y desesperada con el paso del tiempo."
Tras unos largos créditos iniciales, la primera escena inicial se encarga de presentar a la bestia, el tigre que será personaje clave en la trama, una criatura bastante malvada y con prontuario, además de estar famélica por no ser alimentada en dos semanas. Mientras tanto, Kelly debe poner a buen cuidado a su hermano, para así poder partir tranquila hacia la universidad, cosa que por una razón u otra, no hará. La acción tarda media hora en llegar, pero mientras tanto hay una decente cantidad de desarrollo de personajes que no tiene desperdicio, además de ver cómo cada ficha cae en su respectivo lugar para dejar espacio a unos 40 minutos de suspenso casi ininterrumpido que te dejan prácticamente sin aliento.
En cada momento, me preguntaba (primero) porqué está suelto el tigre en la casa y segundo, cómo iban a estirar la acción durante toda la película. En cuanto a la primera cuestión, hay una respuesta bastante sencilla que encaja con lo que se viene gestando en la trama, y en cuanto a las escenas que involucran al tigre, son geniales: la secuencia del lavadero te quita el aliento, y ésa es sólo la primera de muchas escenas que involucran a Kelly, su hermano y el tigre, que no voy a spoilear acá.
La dirección a cargo de Carlos Brooks te quita la respiración en más de un momento, y la edición también es de agradecer: en los ataques del tigre (hay que decirlo, a veces se nota un poco el CGI) hay unos cortes de edición furiosos y extremadamente tensionantes que hacen a uno comerse las uñas de los nervios. La música incidental juega mucho con los el silencio y una clave general baja, aunque a veces mezclan las apariciones en sombras del animal con latidos de corazón y queda fantástico.
Calificación: B+