Hoy os voy a hablar de Busan(o Pusan), una ciudad que probablemente muchos viajeros dejarían de lado si no fuera porqué es el puerto de entrada a Corea del Sur desde Japón para aquellos que llegan en ferry.En nuestro caso, no llegamos a Busan por mar sino en tren desde Gyeongju y nos desplazamos hasta allí para para volar a la Isla de Jeju desde su aeropuerto internacional.
Vista de las Islas Oryuk desde Haeundae
Puerto pesquero de Busan
Es el principal puerto pesquero y la segunda ciudad del país en número de habitantes, tras su capital Seúl. En general, las grandes ciudades -salvo contadas excepciones- no me atraen demasiado, por lo que Busan tenía que ser un simple lugar de paso sin esperar de ella demasiado. Pensamosque desde allí sería una buena idea hacer alguna excursión al Parque Nacional Marítimo Hallyeo o a la Isla de Geojedo.
Como suele pasar, había juzgado antes de tiempo sin tener ni idea de lo que nos encontraríamos en Busan porqué la realidad es que nos gustó. Nos pareció una ciudad muy activa, con un entorno natural muy agradecido y con suficientes atractivos para satisfacer a todos los gustos.
Puente Gwangan desde la Isla Dongbaekseom. Haeundae
Igual que el resto de grandes ciudades asiáticas, los rascacielos van configurando el nuevo perfil de la ciudad y su vía de escape son los parques que la rodean y el mar, es una ciudad que vive de cara al mar.Nos alojamos junto a la playa, en Haeundae, uno de los 15 distritos de Busan.
Playa de Haeundae
Tal como he dicho, es una ciudad enorme y las distancias para ir de un sitio a otro pueden hacerse eternas. Con el metro no se puede llegar a todos los lugares de interés, pero la red de autobuses es buena aunque más lenta.
Como cualquier gran ciudad, tiene museos, un acuario, templos, parques y atracciones para llenar varios días, además de su concurrida playa, polo de atracción de muchos coreanos en los meses de más calor.Si no se dispone de demasiado tiempo os recomiendo no dejar de lado estos cuatro lugares:
PLAYA DE HAEUNDAE
Es la playa más famosa del país. Antes de viajar hasta allí, había visto algunas fotos en que las sombrillas perfectamente alineadas tapizaban completamente el kilómetro y medio de arena, pero a pesar de llegar a Busan a finales de junio, no vimos ni sombrillas ni bañistas.
Playa de Haeundae
Sin embargo, el cielo medio gris no impidió que hubiera mucha gente disfrutando de la playa y del mar: Jóvenes practicando surf, muchas familias con niños jugando en la arena, grupos de amigos y otros paseando o practicando deporte.
Puerto Haeundae
Seguimos un rato caminando por la Dalmaajigil Road pero vimos que nos estábamos alejando demasiado y dimos la vuelta hasta llegar de nuevo a la playa.La información turística es excelente, con varias pantallas interactivas en las que se pueden consultar los puntos de mayor interés.Junto al paseo marítimo se encuentra el acuario y varias esculturas que lo adornan.
Escultura en la playa de Haeundae
Caminamos en dirección sur siguiendo la playa hasta la Isla Dongbaekseom, actualmente unida a tierra firme.En la isla se encuentra el Parque Dongbaek, un lugar ideal para pasear o practicar deporte ya es una zona cubierta de vegetación, con unas pasarelas de madera junto a los acantilados.Sobre las rocas se levanta la estatua de una sirena de dos metros y medio, una especie de La Sirenita de Copenhague en versión coreana, aunque en este caso representa al personaje de una historia de amor de una princesa legendaria.
Sirenita en el Parque Dongbaek. Haeundae
Llegando al faro se puede ver una roca con las inscripciones que dejó Chu Chi-Won, un gran poeta del Período Silla. A los 12 años se fue a estudiar a China y acabó sus días retirado en el Monte Gayasan, en lugar desconocido. Según cuenta la tradición, cuando escapó hacia el Monte Gayasan debido a unas condiciones políticas adversas, quedó maravillado por la escena del mar, nubes, luna y la colina de este lugar y escribió en la piedra Hae Un Dae que significa mar, nube y colina, caracteres que posteriormente dieron nombre al lugar. Como suele ocurrir, es incierto que estos caracteres estuvieran escritos por el poeta, pero si es cierto que ya existían a principios del siglo XIV. El carácter del centro, Un, casi no se aprecia debido a la erosión.
Escrito en la roca: Hae Un Dae (mar, nube, colina)
Desde el faro se ven unas impresionantes vistas de la playa de Haeundae cuyos rascacielos recuerdan alguna ciudad de la costa española. Aquí se encuentra la Casa Nurimaru de la APEC, que sirvió como centro de conferencias en la reunión de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) en 2005 y se trata de una moderna expresión de la tradicional arquitectura coreana.
Faro en el Parque Dongbaek. Haeundae
Casa Nurimaru de la APEC
En frente, el puente colgante más largo de Corea, Gwangan bridge.Nos llaman la atención unas pequeñas islas mar adentro. Se trata de las Isletas Oryuk, cinco o seis según si la marea está alta o baja. Se trata de Usakdo, Surido, Gonggotdo, Guldo y Deungdaedo. Usakdo está dividida en dos segmentos, por eso aparece como una o como dos islas según donde llega el nivel del agua.
Puente Gwangan
Puente Gwangan
Seguimos un camino lleno de azaleas y tras una pronunciada pendiente llegamos al punto más alto de la isla donde se encuentra un bonito pabellón y un monumento a la memoria del poeta Chu Chi-Won.
Pabellón en el punto más elevado de la Isla Dongbaekseom. Haeundae
Pensábamos dedicar un par de horas a recorrer toda la zona pero nos gustó tanto que estuvimos por allí hasta que se hizo de noche.
Playa de Haeundae
Haeundae no sólo tiene la playa, es un distrito con mucho ambiente, con un mercado local muy interesante y una gran oferta de restaurantes y locales de ocio.
MERCADO DE PESCADO DE JAGALCHI
Después de varios días de viaje, cuando llegamos a Busan habíamos visto ya bastantes mercados de pescado pero al llegar a Jagalchi entendimos por qué es una de las principales atracciones de la ciudad y uno de sus lugares más representativos.
La mayoría de puestos están atendidos por mujeres, las ajumma, cuyo nombre significa mujer casada o de mediana edad que venden todo tipo de fauna marina, algunas especies bien conocidas pero otras realmente extrañas a los ojos de un occidental. Es realmente enorme, nunca había visto tanto pescado y marisco juntos. Cada vez que visitamos lugares como éste, nos preguntamos cómo es posible que el mar pueda dar tanto de sí.
PARQUE TAEJONGDAE
Se encuentra en un extremo de la Isla Yeongdo y es un frondoso bosque de pinos junto con otras 200 variedades de árboles que cubren una colina cuyo pico más alto está a 250 metrosEl nombre es el del 29º rey de la Dinastía Silla, lugar donde acudía a disparar flechas.
Hay varias rutas de senderismo pero decidimos hacer lo más práctico, coger un trenecito que por 1500 KRW (aproximadamente 1€) se puede subir y bajar tantas veces como interese durante el día. Como es lógico, las paradas están en los puntos de mayor interés.
La ruta del tren turístico Danubi con sus paradas, es la siguiente:Acceso al tren – templo Taejongsa – faro de Yeongdo – observatorio – templo Gumyeongsa (구명사) - área de guijarros de Taewon – descenso del tren.
Tren turístico que recorre el Parque Taejongdae
Bajamos cerca del faro al cual se puede subir y desde donde se tiene unas magníficas vistas con los acantilados a los pies. En los días claros se alcanza a ver la isla japonesa de Tsushima. Bajo el faro está la roca Sinseon, donde los dioses bajaban a relajarse.
Vista de la roca Sinseon desde el faro de Yeongdo
Escultura Light Beyond Limitation
Uno de los lugares que más nos gustó fue el templo Gumyeongsa. Un camino de tierra conduce hasta el pequeño templo, pero aquí el encanto no es el templo en sí mismo sino los centenares de hortensias, una maravilla. Lástima que no estuvieran al cien por cien de su floración.
Cómo llegar: Bus nº 8 (o nº 30) que cogimos cerca del mercado de Jagalchi. No teníamos claro dónde bajar pero es a final de recorrido.
TEMPLO HAEDONG YONGGUNG
Sí, a estas alturas ya estábamos un poco saturados de templos pero a diferencia de la mayoría de templos coreanos situados en las montañas, éste se encuentra junto al mar, lo que lo convierte en una visita muy especial.
Al llegar al templo se observan las estatuas de los doce signos del zodíaco de la filosofía oriental.
Signos del zodíaco
Aunque el templo fue fundado en el siglo XIV, el santuario principal fue reconstruido en el año 1970 siguiendo el estilo y colores tradicionales. Enfrente se halla la pagoda de tres pisos con cuatro leones que simbolizan la alegría, cólera, tristeza y felicidad.
Santuario principal
Pagoda de tres pisos
Una escalera de 108 peldaños adornada con linternas de piedra conduce hasta el mar, punto muy concurrido para esperar la salida del sol cada 1 de enero.De cara al mar, Haesu Gwaneum Daebul, diosa de la misericordia.
Haesu Gwaneum Daebul