Búscame donde nacen los dragos, Emma Lira

Publicado el 25 marzo 2013 por Pasajesromantic
Búscame donde nacen los dragos
Emma Lira
Plaza & Janés
Febrero 2013
528 Pág.
19.90 €
Marina, una periodista madrileña que acaba de sufrir una ruptura amorosa, decide abandonar la ciudad e intentar encontrarse a sí misma en un idílico hotel rural en Tenerife. Pero una misteriosa calavera le pone sobre la pista del mayor secreto sobre una civilización perdida de la que apenas sabemos nada, los guanches.
 
¿Alguna vez habéis tenido la sensación de conectar con un libro antes de leerlo?. Creo que muy pocas veces me ha pasado pero desde que llegó a casa el dossier de prensa de Búscame donde nacen los dragos sentí algo especial. Obviamente que su portada sea la playa de "la tejita" donde voy decenas de veces en verano y que su argumento trate sobre mis antepasados tuvo mucho peso.
Guanches, esa palabra significa mucho por estos lares. Los aborígenes, nuestros antepasados, los primeros habitantes de las islas. Canarias esn un testimonio vivo de su existencia como dice Emma Lira en la novela. Tenerife está plagado de ellos, casi todos sus municipios tienen nombres que tuvieron que ver con ellos, con sus luchas, sus batallas. Tenemos La matanza de Acentejo, Valle Gran Rey, Árico...Muchos quizás sólo vean nombres, pero para mí que desde niña he conocido muchas de sus leyendas significan mucho más. 

Bentor

No sé ahora pero en mi niñez en el colegio se nos enseñaba de cabo a rabo la existencia de los guanches, sus leyendas. Grandes historias de amor entre reyes guanches y doncellas, desamores que acababan en suicidio y las duras batallas cuando llegaron los Castellanos a conquistarnos. La cosa no quedaba ahí pues nos llevaban de excursión por toda la isla, recreando dichas leyendas, incluso cruzábamos a otras islas como La Gomera, La Palma y El Hierro y nos contaban las historias de allí.  Se hicieron canciones, como la que nombra Lira en el libro, la de Pedro Guerra, alguna de Los Sabandeños, el grupo Soul Sanet también hizo varias. Como digo siempre ha estado muy presente.
Recuerdo con cariño un libro llamado Alizhul que nos hicieron leer. Y que trataba de una niña en un caballo halado que cruzaba todas las islas y desde el cielo iba descubriendo las leyendas de cada lugar. Sencillamente fue mágico.
Es normal, por ello, que al saber que esta autora había construido una historia no sólo en la isla, sino en lo más profundo de nuestra cultura sintiera esa necesidad imperiosa de leerlo cuanto antes. 

Ahora, dejando de lado mi experiencia personal pasemos al libro:
La protagonista de la novela, Marina, llega a Tenerife para pasar un año de relajación tras la ruptura con su pareja. Se instala en el sur de la isla, en el complejo rural de unos amigos y a partir de ahí comienza su aventura.
Todo comienza cuando en medio de una distendida charla el dueño del complejo decide enseñarle un cráneo de una mujer guanche que encontró su abuelo en esa misma propiedad hace más de cuarenta años.
En ese momento y sin saber porqué Marina siente una conexión muy fuerte con esa mujer, y  siente la necesidad imperiosa de conocer su nombre, así como su historia. 
A partir de entonces la periodista se moverá incansable por la isla buscando cualquier retazo que le ayude a desentrañar el misterio. Museos, bibliotecas...cualquier cosa le sirve. Contacta con un profesor de antropología de la universidad, Fernando, que a partir de ese momento se implicará muchísimo en la historia.

Fotos mias

Viajará a través del tiempo, buscará testimonios de aquellos que estuvieron en la excavación tantos años atrás, escuchará de boca de algunos de los ancianos del lugar el pasado latente de los guanches, muchas leyendas y quedará absorbida aún más por ellas. 
Como véis no he dado ni un sólo dato sobre quien era la mujer de la que se encontró su cráneo ni que implicación en la historia real de los guanches tuvo, pero es que me ha parecido una historia tan preciosa que prefiero que lo descubráis por vosotros mismos.

 Decir que la novela me ha gustado sería quedarse muy corta. En este viaje de más de quinientas páginas he disfrutado como una enana, me he sentido muy cerca de Marina y su búsqueda de la verdad, de esa conexión que sentía. Me ha latido el corazón a trompicones cuando aparecían nuevos datos y he sentido la misma necesidad que la protagonista por saber quien era.
Si me tengo que quedar con algo de la historia creo que sería con esos momentos en los que Marina junto a Fernando y Nacho (parte protagonista de la historia también) se acercan a una pequeña tasca junto al mar, donde siempre hay un anciano, Gaspar, que le cuenta leyendas de la zona. Me ha resultado entrañable la forma en que Lira ha relatado estas partes, uno llega a sentirse transportada a esa época.  
Búscame donde nacen los dragos es una novela que no sólo profundiza en la historia de los guanches en la isla, sino que lo lleva mucho más allá. A esa certeza de que este pueblo estuvo unido al bereber. Esto llega incluso a hacer que Marina cruce a Marruecos en busca de respuestas.
La historia me ha resultado completísima. La autora no se ha basado sólo en estudios y como digo esa búsqueda incansable. Sino que ha hecho que Marina diera un paseo por la isla conociendo parte de sus municipios y sus lugares mas entrañables.
Pero también ha sido muy concienzuda en la parte "técnica" de la novela. Con los análisis necesarios en los huesos para datar su época, el estado de conservación, la burocracia que muchas veces frenó el proceso, y en general los datos históricos que ha plasmado en la historia.
Búscame donde nacen los dragos, obra entrañable  sobre el pasado de un pueblo basado en dioses y reyes, en ritos y leyendas que Lira ha sabido acercar al lector con una prosa fresca y ágil. Una trama intensa, emocionante y llena de matices, de sentimientos que hace imposible despegarse de sus páginas.
Y aún con todo lo que he dicho esta novela es mucho más. Una historia de segundas oportunidades, donde Marina no sólo emprende el camino para conocer el pasado sino para encontrarse consigo misma, saber lo que quiere y cual es su lugar.
Sin mas sólo me queda por un lado pedir perdón por la extensión de la reseña (la emoción me pudo) y recomendar encarecidamente la lectura de esta novela. Para mi sin duda, y dejando de lado mi implicación emocional, una de las mejores del año.