Kony es uno de los hombres más buscados del mundo desde que Barack Obama decidiera contribuir a su caza. La corte Penal Internacional también quiere atraparle para juzgarle por sus miles de violaciones, varios genocidios de poblaciones al completo, reclutamientos por la fuerza de niños soldado y de niñas como esclavas sexuales...
Yanick Nvira, un ex niño soldado habla sin tapujos ante los periodistas Raquel Villaécija y Alberto Rojas. Cuenta que fue raptado por los hombres de Kony cuando se dirigía a vender mercancías a Sudán y obligados a andar cientos de kilómetros hasta el cuartel general de Kony. Una vez allí el mesiánico señor de la guerra les propuso irse o quedarse en su ejército como soldados. Los que eligieron irse fueron ejecutados.
"A veces cortaba los brazos y los tiraba al camino, También a los niños"."Si el bebé lloraba lo mataba y lo dejaba en la selva." admite Nvira. "Si hacías una buena acción te podían ascender, por eso muchos mataban a mucha gente y arrasaban con todo".
Esos son los métodos de Kony, temido por sus facultades de "medium espiritual" al cargo de una guerrilla fundamentalista cristiana que lucha contra el gobierno ugandés para imponer su teocracia.
Hasta hace unos años gozaron de la "protección" de las autoridades del sur de Sudán, pero hoy esa región es ya un país independiente de facto impulsado por Estados Unidos y reconocido por gran parte de la comunidad internacional.
Sin embargo, como admite Yanick Nvira en la entrevista, "franceses o italianos creo llegaban cada mes con un avión cargado de armas, botas, munición... La historia de siempre. Con una implicación verdadera en el conflicto no podría pasar esto.
"He comido personas, cuatro o cinco veces" asegura Nvira, que siente cierta nostalgia de su vida como guerrillero "Ahora vivo en la precariedad, no tengo trabajo. A veces me pregunto si me iba mejor en la selva."