Aunque en la mayoría de los casos, un fallo en una parte de la red eléctrica no hace que caiga la red completa, en algunos, dos o más fallos de poca importancia pero que ocurran de modo simultáneo pueden tener graves repercusiones en toda la red eléctrica o en buena parte de ella, causando grandes apagones en una vasta región. Así ocurrió el 14 de agosto de 2003 en Estados Unidos y Canadá, cuando 50 millones de clientes del noroeste de Estados Unidos y de Ontario se quedaron sin suministro eléctrico. Ese fue el mayor apagón de la historia de América del Norte. Más recientemente, en julio de 2012, la India experimentó el mayor apagón de la historia, cuando 700 millones de personas, casi el 10 por ciento de la población mundial, se quedaron sin electricidad como resultado de dos problemas iniciales de poca importancia, pero que tuvieron un efecto parecido al de la ficha de dominó que al caer hace que se desplomen en secuencia todas las siguientes de una larga fila.
En épocas anteriores, los grandes apagones de este tipo han tenido incluso una aureola de misterio, que ha propiciado leyendas urbanas de todo tipo, incluyendo ataques de alienígenas mediante una tecnología desconocida para la humanidad.
Para ayudar a prevenir que las combinaciones desafortunadas de dos pequeños fallos sean como la bola de nieve que va creciendo de tamaño conforme desciende rodando por una ladera, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de Cambridge, Estados Unidos, se ha diseñado un algoritmo que identifica los pares más peligrosos de fallos entre los millones de fallos posibles en una red de suministro eléctrico.
Los creadores del algoritmo lo pusieron a prueba con datos de un modelo de red eléctrica de tamaño medio compuesta por 3.000 componentes (en la cual hay hasta 10 millones de pares potenciales de fallos). En unos 10 minutos, el algoritmo descartó rápidamente el 99 por ciento de los fallos, al juzgar que sus consecuencias serían de escaso riesgo. El 1 por ciento restante representaba pares de fallos que mediante un efecto dominó probablemente provocarían grandes apagones si no se hacía nada para evitar el riesgo de que coincidieran ambos.
Otros sistemas existentes para inspeccionar los pares de fallos más críticos en una red de suministro eléctrico no son lo bastante veloces como para rivalizar con el algoritmo desarrollado por el equipo de Konstantin Turitsyn y Petr Kaplunovich.
El nuevo algoritmo puede ser usado para determinar en tiempo real cuáles son los pares de sucesos más peligrosos en un momento dado.
Este algoritmo, si se le pone en práctica de forma masiva, podría ser usado para anticipar sucesos como el apagón de 2003, y ofrecer una vía potencial de prevención.
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