Cerró los ojos. Aspiró el olor penetrante de los jazmines del jardín. Inclinó la cabeza, entregada a su destino. Se dejó llevar por el sueño. El dolor cedió. Gota a gota, las flores rojas inundaron la habitación.
Cerró los ojos. Aspiró el olor penetrante de los jazmines del jardín. Inclinó la cabeza, entregada a su destino. Se dejó llevar por el sueño. El dolor cedió. Gota a gota, las flores rojas inundaron la habitación.