Si bien el fuerte del grupo pasaban por los singles, hoy en Ultravivido aprovechamos el día de sol y nos damos una panzada de punk rock veloz con los dos primeros lps del grupo ¡A subir el volumen!
Luego de editar el ep "Spiral scratch" producidos por Martin Hannett, el grupo entró a grabar (ya sin Devoto) su primer larga duración en los Olympic Studios de Londres. Eso fue entre diciembre del 77 y enero del 78.
Entre letras de tintes surrealistas hay varias bombas aquí de ese punk veloz y a la vez con ganchos pop inmediatamente pegadizos (la especialidad de la casa). El disco pega de entrada con "Fast cars", "You tear me up" y un clásico del grupo, "Sixteen".
El otro himno es "I don´t mind", el single que representó al álbum. En apenas 20 segundos los Buzzcocks arrancan con el tema, trepan a la estrofa y explotan en un estribillo memorable. Lo que se dice, ir al grano. "Autonomy" es otro de los album tracks que fue a parar al célebre "Singles going steady", pero sin embargo la perlita oculta de este primer set es "Fiction romance": energía contenida, tensión, ritmo firme y guitarras que atacan implacables. A guardar.
Producidos nuevamente por Martin Rushent (Stranglers, Human League) en septiembre del mismo año Shelley, Diggle, Maher y Garvey se despacharon con su segundo largo.
Si bien el sonido es similar al debut, "Love bites" refina un poco el approach instrumental, acompañado de un mayor olfato pop. ¿Los Buzzcocks se suavizan? No es para tanto. Aunque "Real world", el tema de apertura, se permite cierta sensibilidad ("estoy enamorado del mundo real/ porque allí las cosas suceden tal cual como en mis sueños" canta Shelley) y el grupo se atreve a una canción melancólica acompañada de guitarras acústicas en "Love is lies".
El single "Ever Fallen in Love (with Someone You Shouldn't've)" dialoga con el costado más pop de los contemporáneos Wire, y para los que prefieren el lado aguerrido y veloz de los mancunianos desfilan "Just lust", "Nothing left" (acá los Blur se robaron un vuelto) y otro futuro clásico, "Operator´s manual". La pequeña cuota de experimentación vuelven a dejarla para el final, en este caso con el inclasificable instrumental "Late for the train".