El efecto conseguido es el que pude comprobar al visitar la obra. Marian Montesdeoca roba esas imágenes del siglo XXI y las transporta, como si de una máquina del tiempo se tratase, a siglos atrás. La composición de las escenas no está en modo alguno improvisada. Sus bodegones humanos, con predominio del desnudo y pocos toques accesorios, preparan al visitante para disparar en él la mirada curiosa, invitándoles a ser voujers y buscar detrás de cada conjunto esa historia que los modelos piden contar. Les invito a visitar de manera virtual su obra en la web de la autora, pero sobre todo en la exposición en "La Cámara" en La Laguna para los que estéis por Tenerife en estas fechas. Permanecerá abierta hasta el 20 de febrero.
web de Marian Montesdeoca: aquí