Byzantium

Publicado el 11 octubre 2013 por Machete @loscriticonos
Título original: Byzantium
Año: 2012 Duración: 118 min. País: Reino Unido Director: Neil Jordan Guión: Moira Buffini Música: Javier Navarrete Fotografía: Sean Bobbitt Reparto: Saoirse Ronan, Gemma Arterton, Sam Riley, Jonny Lee Miller, Caleb Landry Jones, Tom Hollander, Daniel Mays, Thure Lindhardt, Warren Brown, Glenn Doherty, Gabriela Marcinkova Productora: WestEnd Films / Demarest Films / Lipsync Productions / Number 9 Films
Eleanor y Clara, dos mujeres misteriosas y sin dinero, abandonan el escenario de un crimen violento y llegan a un resort costero hundido. Intentarán buscar dinero y refugio a lo largo de la costa y los hoteles ruinosos. Clara, siempre práctica, venderá su cuerpo. Pronto conocerá al tímido y solitario Noel, quien les dará un techo sobre sus cabezas en su desastrado hotel, Byzantium.
El regreso de Neil Jordan al mundo vampírico y fantástico prometía una gran película. Y no se puede decir que sea mala, al contrario, pero no hay que caer en falsas expectativas. Lo que nos ofrece Jordan en Byzantium, aun teniendo puntos en común con Entrevista con el vampiro, no llega a la altura de aquella, ni aborda el mito con la misma solvencia.
Los vampiros de Byzantium no abandonan la condición humana, de hecho, tienen la misma muy asumida, su necesidad de sangre. El guion de Moira Buffini, guionista de Jane Eyre, - película que pudimos ver en una edición anterior del Festival de Sitges- presenta unos vampiros que viven como humanos, no les afecta el sol y no tienen colmillos, aunque cumple otros de los mitos, han de alimentarse de sangre y ser invitados a entrar, de los ajos no se habla.

De factura técnica impecable, con una fotografía que combina los colores vivos, sobre todo el rojo sangre, con tonos grises y lúgubres, lo que Jordan ofrece es una película de corte dramático y pinceladas de terror, pero sin muchos excesos.
Una película muy clásica en la que se nos relata la historia de una adolescente que llega a la madurez y abandona el nido materno. Un drama 'social' desde el punto de vista de un vampiro, ciertamente algo más complicado que la de un humano, debido a su condición de no-muerto que ha de guardar en secreto si quiere sobrevivir.
El montaje es algo disperso al principio de la película, pudiendo resultar confuso hasta que coger el hilo argumental, ya que la historia integra los flashbacks en el presente en forma de visiones, que con ayuda de la voz en off de Eleanor, va contando la historia de ambas protagonistas.
En la parte interpretativa me ha sido mucho más creíble Saoirse Ronan (Lovely Bones) en el papel de Eleanor, que Gemma Arterton (Furia de Titanes) en el de Clara. Esta última impresiona con su cuerpazo, pero algunas de sus estridentes salidas no me han convencido, lo cual no significa que lo haga mal. Caleb Laundry Jones (Antiviral) se une para convertir el drama en un thriller, su interpretación es algo más apocada, pero igualmente carismática.

Es una película de contrastes argumentales e interpretativos, Eleanor y Clara, son las dos caras de una misma moneda. Funcionan como un reloj de aguja, sin el minutero no hay hora. Mientras que una representa la bondad y sinceridad, la otra es la traición y la lujuria, pero ambas letales a su manera.
Su minimalista banda sonora se apoya en las teclas de un piano, varias veces integrada en las propias secuencias que luce una longeva Eleanor. No tiene excesos visuales, su mayor salida de tono, son un par de decapitaciones y la cascada de sangre. La manera en que se convierten sus dos protagonistas es mucho más mística y onírica que la forma clásica, de mordedura. Detrás hay una hermandad, idea similar a Armand de Entrevista con el vampiro, pero más secreta y menos exprimida en el argumento de la película.Un buen y esperado regreso de Neil Jordan al género fantástico.
Puntuación Publicado por Machete en 19:28 Etiquetas: 3.5 Estrellas, Drama, Fantástico, Festival de Sitges 2013, Machete, Terror, Thriller Machete Ayer era un hombre decente viviendo una vida decente. Ahora es un brutal salvaje que debe masacrar para mantenerse vivo.