El hombre entró en la cueva, empujado por lo que, de lejos, parecía un hombre de humo, pero en realidad era conformado por millones de mosquitos moviéndose juntos.
La cueva estaba iluminada por miles de bichitos de luz. En el fondo del recinto estaba el cuerpo sin vida de Jorge Traverso.
A la altura de la boca de este hombre de mosquitos, unos cuantos empezaron a batir sus alas de diferentes maneras y juntos hablaban con una voz metálica similar a la de charly garcía cuando confunde el ventilador con el micrófono.
- Su majestad, encontramos a este tipo merodeando por los lindes de nuestro territorio
Un mosquito que hasta ese entonces había permanecido posado en la nariz del difunto conductor de subrayado Se introdujo por la oreja del cadáver. Segundos después el cuerpo empezó a moverse. La inconfundible voz del presentador preguntó indignada
- ¿Quien osa molestarme?
- Soy solo un humilde ciudadano señor, vengo a solicitar una tregua
-¿Una tregua dice?
- Si, s...señor, esta guerra ha durado demasiado tiempo, ustedes nos zumban el oido de noche, nosotros ponemos tabletas MAS, ustedes nos pican cuando vamos al río, nosotros nos ponemos repelente.
- ¿Y qué me dices de las veces que mitilan a mi especie con sus enormes patas?
- No voy a entrar en esta discusión, porque todos sabemos que en la guerra todo se vale. Pero por eso vengo a pedirle una tregua. Nuestros antepasados iniciaron la guerra hace miles de años, por razones que ninguno de nosotros recuerda, solo digo que hagamos las pases y que convivamos juntos, sin mosquiteros y sin picaduras... ¿que le parece?
- Me parece que así está el mundo amigo, hasta mañana, ¡MATENLO!
El hombre de mosquitos se dividió en una nube amorfa que se dedicó a picar al hombre por todos los rincones de su cuerpo, el hombre se retorcía de dolor pero sacó un interruptor del bolsillo de su pantalón. Al accionarlo los 20 sprays de RAID que tenía adosados a su cuerpo descargaron todo su contenido.
Esa noche Blanca condujo subrayado ella sola.