El otro día en la pescadería compré caballas. Desde que probé la receta de "CABALLAS ADOBADAS" de mi querida amiga Cristina, la hago con frecuencia porque nos encanta.
La chica de la pescadería me comentó si no había probado la caballa ahumada. -¿cómo, ahumada?, pues no, ¿y cómo la haces?Me explicó lo sencilla que es su elaboración y lo mucho que le gustaba esta receta.Me quedé muy intrigada y quise probar a ver si quedaba tan rica como me había detallado.
El único inconveniente es que tienes que prestar especial atención a las espinas, y quitarlas con ayuda de unas pinzas, una por una, con paciencia.
- Pide a la pescadera que te abra la caballa, quite la cabeza, las aletas, retire la espina y limpie por completo.
- En un bol mezcla la sal junto con el azúcar.
- Añade la mitad del preparado en la base de una bandeja, lo suficientemente amplia para que quepa la caballa.
- Pica unas hojas de cilantro o eneldo y espolvorea por encima.
- A continuación, coloca sobre el preparado la caballa abierta y limpia.
- Por último, cubre por completo con el resto de mezcla de sal y azúcar y espolvorea con unas hojas picadas de cilantro o eneldo.
- Tapa la bandeja con film transparente y refrigera 48 HORAS.
- Pasadas 48 HORAS, retira del refrigerador y coloca la bandeja en la pica del fregadero. Añade agua fría y retira toda la sal bajo el agua.
- Con ayuda de unas pinzas especiales de pescado, retira cuidadosamente las espinas. Este paso es el más engorroso porque la caballa tiene bastantes espinas. ¡Presta especial atención en este punto!.
- Una vez hayas retirado todas las espinas, con ayuda de un cuchillo filetea la caballa finamente hasta llegar a la piel.