El verano es lo que tiene, que da para mucho, hasta para hacer conservas de pescado.En esta ocasión se trata de caballas. Cómo no, después de todas las que me regalaron {25 Kgs}.Hacer conservas, es un trabajo pesado si haces mucha cantidad, pero como fui con tranquilidad, haciendo tandas pequeñas, al final he reunido una buena suma de botes sin apenas darme cuenta. Si todo sigue su natural proceso, a partir de Octubre podré ir abriéndolos tras su periodo de reposo.
* Os aconsejo, poner un paño de cocina en el fondo, para que no se golpeen los botes entre sí ni contra el fondo, y se puedan romper.
* Pasado este tiempo, los sacamos con ayuda de unas pinzas, pero sin manipular el interior.
* Los dejamos boca abajo sobre papel de cocina, para que eliminen toda el agua y queden totalmente secos.
Y ahora empezamos con La Caballa.
* Empezaremos llenando un caldero bien profundo con agua, cuando esté templada añadimos un huevo, que se irá al fondo.
* Y ahora agregamos sal marina gruesa, hasta que el huevo salga a la superficie. Señal inequívoca de que el agua está suficientemente salada.
* Lo que hemos hecho ha sido, formar una salmuera. En esta agua salada es donde vamos a cocer nuestra caballa. Será la única sal que utilizaremos en el proceso.
* El huevo lo quitamos, ya ha cumplido su función.
* Las sumergimos en el agua hirviendo, durante quince minutos. Fuego moderado.
* Colocamos algo de peso, pues tienden a flotar y queremos que cuezan por igual.
* Una vez frías, le quitamos primero la piel,seguimos con las partes oscuras y por último eliminamos las espinas.
* Procuramos dejar los lomos enteros o en trozos grandes. Os aconsejo que utilicéis un cuchillo bien afilado, nos facilitará el trabajo.
* Como los botes ya estarán secos, empezamos el proceso de llenado.
* Lo primero, es añadir un poco de aceite, ahora inclinamos un poco el bote para que nos sea más fácil acomodar los lomos, los más bonitos por el borde, para que se vean y en el centro, los que se nos hayan ido rompiendo y los pequeños trozos que surjan de limpiar las espinas.
* Cerramos los botes. Si es de rosca, aconsejo cerrar utilizando unos guantes de goma, para hacer más fuerza y asegurarnos de su total cierre.
* Acordaros de dejar un trapo en el fondo para evitar choques y posibles roturas.
* El agua debe sobrepasar la altura de los botes.
* Pasada la media hora, retiramos del fuego y dejamos que se enfríen sumergidos dentro del agua. Si alguno de los botes no estuviese bien cerrado, podremos ver manchas de aceite en el agua. No pasa nada, puede estar liberando alguna burbuja de aire durante la cocción, y sellarse a continuación.
* Una vez fríos, los sacamos, secamos muy bien y ponemos boca abajo para comprobar, de nuevo, si hay alguna fuga.
* Los dejamos así unas cuantas horas. Si hago este paso por la noche, lo dejo hasta el día siguiente.
* Si algún bote tuviese fuga, no pasa nada, se le cambia la tapa y se esteriliza de nuevo.