Una división de infantería alemana en el año 1939 incluía unos 1.143 vehículos de tracción animal y 5.375 caballos, frente a menos de 950 vehículos a motor (sin contar las motocicletas), algo que no cambió demasiado hasta el final de la guerra.
Las escuelas de equitación, caballos y jinetes alemanes fueron de la más alta calidad y de 1930 a 1940 compitieron en todos los eventos ecuestres internacionales importantes. Su mayor logro se dio en los Juegos Olímpicos de 1936 cuando el equipo alemán ganó seis medallas de oro ecuestres y una de plata, dominando las tres disciplinas: doma, salto y militares, una hazaña que nunca más se repitió.
Muchos soldados alemanes estaban acostumbrados en la vida civil a cultivar las tierras de labranza, en las que los animales, particularmente los caballos, eran una parte importante de sus vidas. Tenían un vínculo especial con los animales, un vínculo de sangre y tierra.
Miles de soldados fueron a la guerra, con su caballo, a la caballería alemana. Sus monturas fueron elegidas por comités especiales que compraron caballos de tres años, que realizaron entrenamiento a partir de las cuatro y continuando durante dos años más en un duro programa de adiestramiento. Los caballos de tiro también entraron en servicio cuando los carros de carga se hicieron más pesados. Algunos de los carros de transporte podían pesar de 600 kilogramos a una tonelada y podrían requerir de cuatro a seis caballos para tirar de ellos, especialmente a través del terreno difícil y las carreteras del frente oriental no eran precisamente autopistas.
Entrada la guerra, las mujeres tomaron el rol de lo adiestradores de caballos por falta de hombres por lo que se formaron las Bereiterinnen.
El equipo de los jinetes estaba formado principalmente por el uniforme gris de la Wehrmacht con cuero en el pantalón, así como botas de cuero suave, más altas que las botas de marcha de los soldados de infantería. La mochila del soldado incluía una sección de la tienda de la escuadra, que era usado como camuflaje, gabardina o refugio. En muchos casos, era la única protección contra el invierno ruso. Después de 1939, todos los oficiales llevaron el MP-38 y más tarde la MP-40. Todos los demás llevaban la carabina estándar K98 de infantería modificada a una longitud más corta.
Oficiales, sargentos y personal médico también llevaron la Luger. Avanzada la guerra algunas tropas de caballos recibieron los nuevos fusiles de asalto STG44, predecesor de las modernas armas de infantería de hoy.
En el caso de las dos divisiones de caballería que tenían las Waffen SS. Después de luchar dos años en el Frente del Este, fueron aniquiladas por el Ejército Rojo en la lucha por Budapest.
Las unidades de caballería de la Wehrmacht compuestas por voluntarios cosacos anticomunistas se rindieron a los británicos y fueron repatriados por la fuerza a los soviéticos que los consideraban colaboracionistas y traidores. Los oficiales de alto rango fueron ejecutados y la tropa sufrió condena en los Gulag, durante años.
El número de caballos y mulas utilizados por las fuerzas armadas alemanas utilizados durante la guerra llego a una cifra próxima a los 2.750.000. De estos, 750,000 murieron durante el conflicto. Aproximadamente el 80% del transporte total de la Wehrmacht en el frente llegó a depender de los equinos.
Para saber más:
La Caballería Alemana, de Jeffrey T. Fowler
El libro del soldado de la Wehrmacht, de Óscar González y Pablo Segarra
Foro Militar General
Eurasia1945
Bellumartis