País: Estados Unidos.
Duración: 146 minutos.
Dirección: Steven Spielberg.
Intérpretes: Jeremy Irvine, Peter Mullan, Emily Watson, David Thewlis, Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch, Celine Buckens, Toby Kebbell, David Cross.
"Caballo de guerra nos cuenta la extraordinaria historia de amistad que surge entre el joven Albert y un caballo llamado Joey, separándose sus caminos a causa de la Primera Guerra Mundial. El padre de Albert vende a Joey a la caballería del ejército británico para luchar en el frente. Joey será testigo de un extraordinario periodo de la Historia con la Gran Guerra como trasfondo. A pesar de los obstáculos que encuentra en su camino, su coraje será fuente de inspiración para todos los que se cruzan con el noble animal. Albert no puede olvidar a su caballo y abandona su hogar para luchar en los campos de batalla de Francia. Allí busca incansablemente a su amigo para traerlo sano y salvo a casa."
Si bien Spielberg elige contar la guerra desde un costado más seguro a su violentamente real Saving Private Ryan ya que el objetivo acá apunta a un ambiente más comercial y familiero, Caballo de Guerra es una épica un tanto lenta, que no tiene los chispazos de aventura a los que nos tiene acostumbrados el director ( momentos que sí pudimos disfrutar con la brillante The Adventures of Tintin); quizás es el hecho de que las diferentes historias que se entrelazan entre sí van trabando un poco el relato y se hace cansino en ciertos pasajes, pero artísticamente el film es impecable: escenarios que quitan el aliento, una producción puntillosa y cuidada, unas escenas de guerra perfectas y preciosas (la escena del caballo corriendo por las trincheras de noche es uno de los momentazos del film) y por supuesto, una banda de sonido sublime, a cargo del imperecedero John Williams.
Y aunque el elenco sea eximio, hay algo en Caballo de Guerra que desentona, y es esas ganas terribles de agradar a todo el mundo, de generar lástima y, por supuesto, sacar cuantas lágrimas posibles para llegar a los tan ansiados galardones. No es culpa de los guionistas Lee Hall (Billy Elliot) y Richrd Curtis (Four Weddings and a Funeral, Nothing Hill, Love, Actually) porque lograron un trabajo excelente en su guión, pero la exarcerbada penura que destila la película es demasiado, incluso cuando estamos ante un Spielberg a puro despliegue visual.
Calificación: B+