Recorrido espectacular, aunque solo recomendable hacer en los meses donde la vegetación no esté muy crecida.
La primera parte más sencilla nos llevará hasta la cumbre del Cabeza Pandescura, modesta cima, pero con preciosas vistas.
La segunda parte algo más complicada nos permitirá descender al valle del Casaño pasando por el bonito paso de Piedra Entalangá y bajar por el valle Llamero hasta el río Casaño, luego haremos la visita a la inacabada canal de la Llucia. Ha sido una grata sorpresa encontrar este tramo más limpio que cuando pasamos hace 10 años, han cortado avellanos y maleza y se pasa de forma sencilla. Lo peor es bajar nuevamente a la senda del Casaño donde no existe sendero y hay que luchar contra la vegetación (incluso en marzo que fuimos nosotros). Luego el resto es un camino muy transitado a lo largo del valle del Casaño que no entraña ningún problema.
DATOS DEL RECORRIDO
- Inicio y fin: Canales (Cabrales)
- Fecha de realización de la ruta: Marzo 2023
- Tiempo total: 6,45 horas (incluida parada para comer)
- Distancia total: 16 kilómetros
- Desnivel acumulado: 900 metros.
- Altura máxima: 1.004 m. (Cabeza Pandescura)
- Altura mínima: 340 m. (Puente Pompedro)
- ¿Recomendable para niños?:NO (Pero si es recomendable la ruta por el Río Casaño desde La Molina)
- Dificultad del recorrido:
Moderada.
- Track para descargar https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pandescura-casano-canal-de-la-llucia-131255248
MAPA DEL RECORRIDO
Dejamos los vehículos en la población de Canales. Continuamos por la carretera que se dirige a La Molina, y en el punto donde esta empieza a descender a dicha población tomamos una pista a la derecha que asciende junto a cuadras y algún caserío como el de la foto.
Llegamos hasta un cruce de pistas donde las abandonamos y tomamos un sendero que asciende en diagonal, quizá no haya sido la mejor opción porque el sendero se pierde, no obstante con la vegetación aún baja subimos sin problemas en busca del Collado Pontigos de Allá.
Llegando al Collau Pontigos de Allá (725 m.)
Seguimos ahora por sendero marcado en ligero ascenso, estamos siguiendo ahora el PR AS-74 "Ruta de la Cabeza Pandescura", que parte desde Avín y nos lleva hasta dicha cumbre.
Nos vamos acercando a la bonita figura de la Cabeza Dubia (937 metros), siguiendo las marcas del PR cruzamos el cauce del arroyo Dubia, que seguimos hasta su nacimiento en las camperas de la majada de Cueva Dubia.
Restos de la majada de Cueva Dubia.
Aunque es cierto que la cumbre más llamativa es la Cabeza Dubia, nosotros nos acercamos a la Cabeza Saldaña, más alomada, pero de mayor altura y con mejores vistas sobre el Casaño.
Alcanzando la cumbrera de la sierra, acometemos los últimos metros hasta la cumbre.
Alcanzamos la cumbre del Cabeza Saldaña (946 m.), con estas espectaculares vistas sobre el Casaño.
Vistas del Cabeza Pandescura, hacia donde ascenderemos a continuación.
Descendemos en busca de la cumbre del Pandescura, bajando a las praderías donde se asienta la majada de Camplengo Dubia.
Llegamos a la base de la llamativa silueta del Porru Salón que bordearemos por la derecha.
Llegamos al Jorcadellín (873 m.) situado bajo los contrafuertes del Porru Salón, en donde encontramos las ruinas de lo que fue la majada que dio nombre a este collado. Desde este punto ascenderemos la agreste cara nororiental del Pandescura. Aunque pueda parecer aéreo, no entraña ninguna dificultad sin siquiera tener que hacer uso de las manos.
En las primeras rampas de ascenso a Pandescura, miramos hacia atrás y vemos el precioso collado de Jorcadellín.
Hemos de alcanzar estos paredones insalvables, para ascender por una traviesa que nos asciende en diagonal.
Tras la traviesa, resta unos metros por un terreno un tanto incómodo entre caliza algo rota y hierba alta.
Cumbre del Cabeza Pandescura(1.004 m.) con este buzón tan guapo.
Cornión al fondo.
El descenso lo haremos en dirección suroeste para llegar primero a las cabañas y pastos que forman la majada de Gustaselvín y descender posteriormente al Collau Regueru.
Majada Gustaselvín.
Descendiendo al Collado Reguero (765 m.), donde se enlaza con la pista que sube de Demués. En el mismo collado tomaremos un marcado camino que sale a la izquierda. Dirección al valle del Casaño.
El camino en un principio es muy ancho y marcado y se adentra en el hayedo, bordeando por el E la cumbre Cabeza La Cuécara
La pista finaliza en un precioso collado que mira a los abismos del Casaño. Se trata del Collau de los Llamazugos (725 m.)
Aquí tomamos un sendero que continúa por las pindias laderas que caen al Casaño y que pierde algo de altura.
Llegamos a una zona más vertical donde hay que superar un crestón rocoso. Lo haremos por un bonito sedo.
Alcanzamos la Piedra Entalangá, pequeño hombro en las estribaciones orientales de Cabeza La Cuécara,
Seguimos ahora en descenso en busca del valle Llamero.
No hace falta finalizar el sendero, nosotros nos dejaremos caer a nuestra izquierda para alcanzar la parte central del valle Llamero, por el que descendemos hasta el río Casaño.
El descenso es bastante pindio y no existe sendero ni jito alguno, esto en verano debe de ser una pesadilla con la vegetación crecida.
En esta foto se puede apreciar mejor lo pindio de la bajada.
Ya alcanzado el fondo del valle, vemos traza de sendero y jitos, a la vez que nos adentraremos en un precioso bosque de robles con ejemplares de gran porte.
Tras el duro descenso llegamos a las orillas del Casaño que cruzamos por Puente Llamero (480 m.). Un rincón precioso.
Para llegar hasta dicho canal, hemos de tomar el sendero que desciende paralelo al Casaño y a los pocos metros del puente abandonarlo para tomar un sendero algo marcado que asciende a la derecha.
Hemos de ganar una altura aproximada de 50 metros sobre el río. En esta zona más despejada que vemos en la foto y ya próxima a los contrafuertes que se precipitan desde Peña Ruana nos toparemos con la caja que se construyo para alojar el fallido canal.Una vez encontramos la caja donde se
iba a construir el canal de La Llucia, la seguimos en dirección norte. El
primer tramo atraviesa una zona donde predominan los avellanos . Tras este tramo llegamos a
una zona despejada donde hemos de atravesar varias pedreras . El canal pasa a los pies de esta llamativa peña.
Tras superarla comienza el tramo más vertical del canal que discurre entallado en los verticales contrafuertes de Peña Ruana.
Y llegamos al paso más aéreo y
espectacular, donde el canal atraviesa una pared
vertical por medio de una galería estrecha. Aunque el tramo no es
técnicamente complicado, su estrechez y el que tengamos que pasar
agachados en algún tramo, hace que tengamos que extremar las
precauciones
Tras este tramo termina el canal que
como mencioné nunca se llegó a concluir. Antes de su final , junto a esta llamativa aguja, vemos un
rastro de sendero que desciende a nuestra izquierda
Atraviesa
una zona de pedreros y se adentra en la Batuda, donde se pierde todo
rastro de senderos, es con diferencia el tramo peor de todo el recorrido.
Buscamos el mejor paso para llegar junto al río
Casaño. En el descenso nos topamos con este impresionante roblón.
El descenso por la Batuda hasta la orilla del Casaño se encuentra muy cerrado por la vegetación, pero finalmente con unos cuantos arañazos llegamos a sus orillas.
Seguimos avanzando por terreno muy cómodo por la margen derecha del Casaño, recorriendo un sendero perfectamente definido.
Llegamos hasta el puente de Los Mineros (390 m.), que por suerte han cambiado desde la última vez que pasamos por la zona donde existía otro puente mucho más precario.
Cruzamos por el al margen izquierdo del Casaño
Tras el puente Los Mineros llegamos a la majada El Escobio (380 m.).
Desde aquí y situada en la otra orilla del Casaño, podemos observar los restos de una antigua central hidroeléctrica que aprovechaba el importante manantial de Las Pálvoras, cuyas obras se dieron por finalizadas en 1929 y que era la misma en la que se pretendía aprovechar el río Casaño, con el canal de la Llucia (foto de archivo)
Tras el Escobio cruzamos nuevamente el Casaño por el puente del Escobín, de hormigón y con barandillas de hierro. Valle abajo pasamos a la vera de imponentes castaños y alguna que otra cuerria.
El valle se va encajonando hasta convertirse en una estrecha foz.
poco después el camino cruza sobre el rió Casaño por última vez; es el puente Pompedro.
Aquí seguimos ahora por un guapo camín empedrado que asciende hacia el pueblo de La Molina.
Llegando a La Molina.
Pequeña capilla en La Molina.
Desde la Molina nos resta un par de kilómetros aproximadamente para llegar por carretera hasta el pueblo de Canales donde tenemos los vehículos.