Corresponsal: Germán Milanesi
Me subo al bote, remo con calma hasta una escollera del Fórum y entro por fin al cumpleaños número 10 del Primavera Sound vestido para el baile: raya al costado, camisa leñadora, gafas oscuras de Mc Donald's, jeans arremangados por encima de los tobillos y leñadores sin cordones para que parezcan náuticos (moda mona moma). Frente a mí, una gran piñata: siete, ocho, nueve escenarios, cientos de bandas y miles de personas.
Ahí voy, a pegar codazos y agarrar todo lo que pueda.
El papel picado cae y yo cierro los ojos. Cuando los abro descubro a la cantante x de The XX escuchando el último acorde de la última canción de Elmatóaunpoliciamotorizado. Chau, gracias, dice Santiago arriba de su escenario, y yo sigo a la cantante x hasta el suyo, uno demasiado grande y abierto: The XX está creciendo y, como leí por ahí, nadie tiene la culpa.
Eso, chau, gracias.
Y La trompeta no suena y me encanta: escuchando el folklore con letras en inglés soviético de Bigott, levanto el puño y marcho tras mis camaradas de cumple tarareando himnos con bajo en Mim y ukelele.
El caramelo me lo regalan los A Sunny Day in Glasgow y me sonríen y me venden el segundo y con sus voces flotantes me animan a pensar que el día es largo, muy largo. Tan largo que antes de que vuelva a amanecer, los negaré tres veces: "las veo cantar pero no las escucho, no las escucho, no las escucho". 'Dreamy pop' que le dicen, Judas, 'dreamy pop'.
Y ahora atiendan
El celular de plástico que suenan los politonos de The Drums: Let's go surfing, I felt stupid, Down by the water. Envía drums al 7222 y
Dale a La matraca que empieza la fiesta: miro alrededor y todos cantan a los Pixies. Conocen sus canciones, crecieron con ellas. Y yo podría haber crecido perfectamente con ellas. Pero ellos fueron al A y yo fui al B. Cuestión de grados.
Y de pronto, me cuelo en la cocina donde los grandes toman vino con soda: los Wilco (jóvenes padres clásicos y ejemplares que una vez más lo han hecho todo bien) están intentando levantarse a la madre joven (yo no les digo nada, pero creo que es Marc Almond con peluca; en algo tienen que equivocarse);
Los Pet Shop Boys hablan entre ellos y se dicen: "no, bueno, nuestro show está bien, vale la pena, aunque sea por el espectáculo; sí, eso, tenemos que sonar bien y… tenemos que cuidar bien el tema de las luces; si, eso, que nos vengan a ver y que digan que a pesar de todo… que nuestra puesta en escena es inmejorable… ¡eh!, y tenemos el cover de Viva la Vida...";
y el alma viva de Camarón al que todavía no le termina de cerrar La Leyenda del Tiempo y que no entiende qué hace entre tantos cuerpos muertos, aprende a tocar el arpa con las Cocorosie, sin duda, las más lindas de la fiesta;
y de pronto escucho...
¡Te vinieron a buscar! y me voy de la fiesta y descubro y leo que la gente se llenó las manos de juguetes de los Beach House,
y Van Dyke
y Florence and The Machine
y sí, las piñatas explotan.