Cabo de Gata, plató volcánico

Por Juroher
Es uno de los lugares más extraños de España. Y de los más bellos. 
Una tierra sin colonizar, esteparia y salpicada de volcanes extintos donde se despliega una de las carreteras más bellas del país. 
Hay pocos lugares de España tan extraños, originales y bellos como esta esquina peninsular, azotada por los vientos, expuesta al oleaje y soleada los trescientos sesenta y cinco días del año. 
Cabo de Gata es un deslumbrante plató volcánico, arrugado por los siglos y los tiempos, donde al fin encontró descanso un clima desértico que barniza zonas de playa, llanura y serranía. 
En torno se alzan decenas de torreones y baterías defensivas que en siglos más belicosos defendieron este lugar del ataque de piratas turcos y berberiscos.
Los fondos subacuáticos están tapizados con más de mil cuatrocientos elementos vegetales y animales, lo que representa uno de los más ricos muestrarios de la vida submarina del litoral español.