Cabo Sunio : mito, magia y belleza

Por Pablosolorzano

La desmemoria de TESEO mató a su padre, el rey EGEO. Le había prometido que si sobrevivía al combate contra el MINOTAURO de CRETA izaría velas blancas en su barco durante el viaje de regreso. Si moría, la tripulación elevaría las velas negras del duelo. Ebrios de alegría por haber logrado semejante hazaña Teseo y su gente olvidaron lo acordado. Egeo estaba en el CABO SUNIO cuando vio los barcos acercándose con la oscura noticia que representaba el negror de sus velas y loco de dolor se lanzó por el abismo hacia el mar que desde entonces llevaría su nombre. ¿Moraleja? Podría haber muchas. Quiero creer que lo que los griegos de entonces (ese pueblo maravilloso que como ninguno otro ha creado mitos increíbles) nos decían que la desmemoria mata a nuestros ancestros lo que significa que al olvidarlos –olvidar mucho de lo bueno que nos han enseñado- nos condenamos a nosotros mismos, es nuestra propia perdición. 
Pero los griegos no solo eran geniales creando mitos, sino también escogiendo los sitios donde construían los templos para sus divinidades. CABO SUNIO es la mejor muestra de ello. Se funden allí la belleza de la arquitectura, la magia del paisaje, el misterio del mito, la gloria de la historia. No se puede pedir más. 

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

Habíamos cruzado todo el ATICA, ese espacio que en la antigua Grecia fuera un importante centro espiritual; vimos las costas de arena dorada en los que antiguamente se construían lugares para la devoción y hoy se levantan urbanizaciones turísticas y residenciales que sirven de refugio para atenienses que huyen del barullo de la vieja capital griega. Hasta que llegamos a la punta de esa especie de inmensa península y bajamos del coche para, previo pago de la entrada, caminar hacia ese promontorio sobre el que se eleva el templo de POSEIDON construido en el 444 a. C. (¡tiene más de 2,500 años en pie!). El dios del mar que no pudo tener mejor lugar para su adoración: las opalescentes columnas del edificio le dan la cara a una líquida planicie turquesa en cuya superficie el sol reposa destellos de mágica luz.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

CABO SUNIO-GRECIA.


Por momentos parece que en ninguna parte del mundo la luminosidad es más poderosa, ni el mar más puro, ni la tierra más bella. Llámame exagerado, no he de ser el único. También cayó en el hechizo de este sitio el romántico y “maldito” Lord Byron quien seguramente tuvo la misma suerte que yo: encontrar el templo de POSEIDON sin ningún turista alrededor. Ventajas de viajar en Octubre, mes en el que uno puede liberarse de toda la marabunta turística y del exagerado calor sin que por ello falte luz. 
Tanto le gustó al poeta inglés el sitio que se le ocurrió grabar su nombre en una de las columnas. Sentó así el peor de los precedentes: le siguieron el mal ejemplo (siempre es más fácil seguir un mal ejemplo, ya se sabe) miles de seres humanos más, ansiosos todos de eternizar su recuerdo sobre la piedra. Hay por allí algún escrito que dice: "Onésimo se acordó de su hermana Chresté" (¡!).
Bueno, el bardo aventurero no necesitaba hacer eso si quería pasar a la historia, su temprana y romántica muerte tratando de liberar Grecia de los turcos le pondría inmediatamente en las estancias de la eternidad.  Era una especie de retribución: Byron fue poeta gracias a la tierra homérica. Dijo alguna vez: “Si soy poeta es gracias al aire de Grecia”. Le debemos justamente a HOMERO la primera mención de este bello sitio; en la ODISEA pone en boca de NESTOR estas palabras: “Pero cuando llegamos al sagrado Sunium, el promontorio de Atenas, Febo Apolo mató al piloto de Menelao alcanzándole con sus suaves flechas”.

CABO SUNIO-GRECIA.

CABO SUNIO-GRECIA.


Construida al mismo tiempo que el PARTENON (sobre el que escribimos en la entrada anterior), el TEMPLO DE POSEIDON tuvo 34 esbeltas columnas de las que hoy solo quedan en pie 15. El mármol de la que están hechas refulge en pleno sol y ese brillo hizo que en la antigüedad sirviera de referencia a los marineros. Es por esa privilegiada posición que fue usado como observatorio para avistar a los barcos que se dirigían al puerto de El Pireo. Pero además se pueden ver en el sitio los restos de un PROPILEO, una torre fortificada y un templo de ATENEA del siglo VI.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.


TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

Era un día precioso, de una luminosidad irrepetible; al oeste los macizos del PELOPONESO se imponían rotundos y 70 metros abajo las aguas del Egeo oscilaban y sacudían mansamente las costas. El resplandor del sol formaba con pequeños fragmentos radiantes una especie de alargada serpiente de oro que flotaba a la deriva sobre la piel del mar. Inevitable no pensar en la frase de mi amado PADDY LEIGH FERMOR en su excelente MANI: “Una prodigiosa paz habita en las ruinas de los antiguos templos griegos. Cuando el viajero se recuesta entre los capiteles caídos y permite que pasen las horas, aquélla despeja su mente de inquietantes pensamientos y ansiedades, y pausadamente vuelve a llenarla como si se tratase de una vasija que ha sido vaciada y estregada, con un quedo éxtasis”. Pues eso.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

TEMPLO DE POSEIDON. CABO SUNIO-GRECIA.

CABO SUNIO-GRECIA.

Debajo, y muy cerca del mar, hay un par de tabernas. Fuimos a comer a una de ellas unas gambas, toda una pieza de pescado sazonado con verdura en salsa y aceite de oliva, pulpo, la clásica ensalada griega (Choriátiki saláta), vino blanco, en fin, todo aquello que hace que un simple mortal se haga la idea de lo que comen los dioses sibaritas en su empíreo inalcanzable. 
Pablo 
DATOS UTILES
  • Aunque tuvimos la suerte de ir en un coche se puede llegar a Cabo Sunion en autobús (2 horas de viaje). Para eso hay dos opciones: tomar el bus que va por el interior del ATICA, o el que se mueve por la costa (recomendado). El transporte parte de la Plaza Egiptou (en Atenas) y hasta donde averiguamos el precio del ticket es 6 euros y se lo paga a una persona que sube a cobrarlo (al menos así era hasta el 2009 que fue cuando visitamos este sitio). Los buses salen cada 2 horas, entre las 6:30 de la mañana y las 5 y 30 de la tarde.
  • La entrada al templo de Poseidón cuesta 4 euros. Gratis con CARNET de ESTUDIANTE en la COMUNIDAD EUROPEA.