Cuando cierra un medio, perdemos todos, los profesionales que trabajan en él, pero también los ciudadanos. Es como si nos amputaran la lengua, como si nos cercenaran una parte del cerebro y nos privaran de nuestra memoria social, aquélla que necesita debatir aspectos sobre su identidad y sobre su futuro. El cierre de CNN, la venta de Cuatro, el mismo destino que le espera a La Sexta, y alguna que otra televisión son síntomas de la mala salud que padece España.
Cuando cierra un medio, perdemos todos, los profesionales que trabajan en él, pero también los ciudadanos. Es como si nos amputaran la lengua, como si nos cercenaran una parte del cerebro y nos privaran de nuestra memoria social, aquélla que necesita debatir aspectos sobre su identidad y sobre su futuro. El cierre de CNN, la venta de Cuatro, el mismo destino que le espera a La Sexta, y alguna que otra televisión son síntomas de la mala salud que padece España.